Una explosión de gas obliga a evacuar a seis familias de un edificio

Noche en vela

Una explosión de gas obligó a desalojar en la madrugada de ayer un edificio de seis viviendas en el distrito de Latina. La deflagración ocurrió en la segunda planta y afectó a todo el inmueble, según informó un portavoz de los bomberos del Ayuntamiento de Madrid. Una mujer, Cristina C. A., de 28 años, que se encontraba en el piso siniestrado, resultó ilesa, ya que estaba viendo la televisión al otro extremo de la casa. Seis familias se han quedado sin hogar al menos durante dos meses, tiempo previsto para las reparaciones.El accidente ocurrió pasada la medianoche en la calle de la Grandeza Española número 7, cuando por causas todavía no esclarecidas se produjo una explosión de gas butano en la cocina del segundo piso. La onda expansiva hizo que todo el ala de la vivienda quedara destrozada y que parte del tejado (era la última vivienda del edificio) cayera al patio interior del inmueble.

La única moradora del piso, Cristina C. A., estaba viendo "tranquilamente" la televisión cuando se registró la explosión. Había pensado ir a dejar la bandeja de la cena a la cocina, pero decidió en el último momento esperar a que hubiera un intermedio en el programa que estaba viendo, según comentó su padre, Manuel C. "La casa quedó tan destrozada que no podía salir. Los escombros le impedían llegar a la puerta de entrada, por lo que empezó a chillar y a pedir auxilio para que la ayudaran", explicó el progenitor de la mujer con lágrimas en los ojos. Los bomberos le explicaron que las alcachofas de las bombonas estaban bien colocadas, por lo que la explosión se produjo supuestamente por una fuga en alguna de las conducciones.

Cristina C. A. estaba sola en la vivienda, ya que sus padres se habían ido a Gredos a pasar el puente festivo. Ella se tuvo que quedar porque le tocaba trabajar. "Fue ella misma la que nos llamó a la sierra y nos contó lo que había ocurrido", comentó Manuel C., "ha habido mucha suerte y, gracias a Dios, todo ha quedado en un susto, porque podía haber ocurrido una desgracia".

Los bomberos del Ayuntamiento de Madrid enviaron un camión autobomba y una autoescala para atajar las llamas. Después, un vehículo de apeo se encargó de limpiar la zona afectada y de apuntalar las partes que sufrían mayor riesgo de hundirse. Avisaron a los responsables del Departamento de Control de la Edificación, que comprobaron que la estructura del edificio no era segura: detectaron que había una profunda grieta en una de las paredes del edificio, que podía abrirse por efecto de la humedad y del aire frío, con el consiguiente riesgo para los vecinos. Ordenaron que se realojara a las dos familias que estaban en ese momento en el inmueble. Éstas pasaron la noche en casas de amigos y de familiares que vivían cerca. El resto de propietarios se encontraba fuera durante el puente, según señalaron los afectados.Un grupo de obreros comenzó a apuntalar a primera hora de ayer el edificio y colocó andamios en el patio interior para iniciar los trabajos de reparación. Los técnicos municipales han previsto que se tarde alrededor de dos meses en reformar el edificio.