Mueren 309 personas al incendiarse una discoteca en el centro de China
Un fuego ocurrido durante el día de Navidad en la ciudad china de Luoyang acabó con la vida de 309 personas que celebraban la fiesta en una discoteca, según informó ayer la agencia oficial de noticias Nueva China. Todas las víctimas se encontraban apiñadas en el salón de baile del cuarto piso de un centro comercial. El edificio había sido calificado de peligroso para la seguridad una semana antes, y las salidas de emergencia se encontraban bloqueadas por cajas de mercancía. Otras siete personas resultaron heridas en el siniestro.
Entre los muertos había 135 hombres y 174 mujeres, según la agencia china. Con anterioridad esta fuente había informado de que varios obreros de la construcción también habían perecido en el incendio, que se desató a las 21.35 del lunes. Las noticias de la televisión local aseguraron que el fuego, que empezó en el sótano, fue provocado por la "falta de cuidado" de las labores de renovación que llevaban a cabo dichos trabajadores, aunque no dio más detalles. La popular discoteca Dongdu celebraba una fiesta especial de Navidad. Estaba oscuro y la música sonaba a todo volumen, por lo que la mayoría de los asistentes no se dio cuenta del peligro hasta que ya era desmasiado tarde.
Navidad no es una fiesta oficial en China, pero mucha gente celebra el día reuniéndose con amigos, intercambiando regalos o saliendo a cenar y bailar.
Residentes de la zona relataron que las salidas del edificio, un laberinto de tiendas y pasillos estrechos, se encontraban bloqueadas. Según la prensa local, el edificio no pasó la inspección antiincendios hace una semana.
"Cuando estalló el fuego, toda la discoteca se sumió en el caos", declaró un superviviente, una mujer apellidada Wang que tenía las manos ensangrentadas y la cara ennegrecida por el humo. Wang contó al Diario de Henan que se encontraba en la fiesta con su esposo. Logró escapar subiendo hasta una ventana desde la que saltó por un balcón, pero desconocía si su marido había sobrevivido.
"Vimos que salía humo a través del suelo", manifestó una mujer llamada Zhang que tiene un local alquilado en el primer sótano, un piso por encima de donde se inició el fuego. "Nos lanzamos a los extintores, pero no hubo forma de frenar las llamas", relató.
Construido a finales de los ochenta, el edificio con fachada de cristal y columnas de piedra estaba dotado de extintores de espuma, pero carecía de un sistema de aspersores antiincendios y de alarmas de fuego y humo, según los arrendatarios. Las mismas fuentes dijeron que los gestores del edificio habían prometido mejorar la seguridad.
Los bomberos respondieron con rapidez, pero sólo uno o dos de sus camiones pudieron aproximarse inicialmente al edificio en llamas porque los accesos se hallaban bloqueados por vendedores callejeros, según testigos presenciales. La televisión local mostró imágenes del humo que salía de las ventanas rotas mientras los bomberos orientaban las mangueras hacia el tejado.
El fuego pudo ser finalmente controlado hacia la una menos cuarto de la madrugada de ayer, según la agencia Nueva China.
Un funcionario del Hospital del Cuarto Pueblo, de la misma ciudad, adonde fueron trasladados muchos heridos, dijo que la mayoría murió por inhalación de humo.
El fuego de Luoyang ha sido uno de los que más vidas se ha cobrado en China. El peor tuvo lugar en 1977, cuando 694 personas, 597 de ellas niños, perecieron en Xinjiang, al oeste de China. En diciembre de 1994, otras 323, también en su mayoría niños, resultaron muertas en el incendio de una sala de conciertos en la ciudad petrolera de Karamay, en la misma región. Un mes antes, 233 personas murieron en el incendio de una discoteca en la provincia nororiental de Liaoning, muchos de ellos aplastados o asfixiados al no poder abrir las salidas de emergencia cerradas con cadenas. En marzo de este año, un fuego en un cine porno ilegal acabó con la vida de 74 hombres en Henan.
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