La Carta de Derechos Sociales une por primera vez a PNV, PSE y PP
El Parlamento vasco cerró ayer su periodo de sesiones de 2000 aprobando el asunto de más trascendencia social de la legislatura, la Carta de Derechos Sociales, y con una mayoría inédita formada por el PNV, PP y PSE. La también llamada Carta Social, que garantiza una renta mínima mensual del 75% del salario mínimo (actualmente 61.845 pesetas) para las personas sin recursos, será un hecho a partir del 1 de enero, aunque todavía quedan asuntos pendientes, como reducir la edad de los perceptores desde los 25 años de la actual ley de inserción, a los 18 años. El debate no ofreció argumentos nuevos: la tramitación se inició hace cuatro años, aunque se ha concentrado en los últimos ocho meses, y estaba dicho casi todo. Pero sirvió para ver coincidir a adversarios -el PNV con PSE y PP- y, paradójicamente, separar a los socios de Gobierno, ya que EA votó contra la cuantía fijada. IU, EH (desde fuera de la Cámara), los sindicatos y los promotores de la iniciativa consideran que ésta ha quedado "desnaturalizada".
Los partidos que apoyan la 'renta universal' dicen que es una vía de inserción, no un fin en sí mismo
El meollo del debate estuvo en la cuantía de la renta. La oposición que realizaron EA e IU dentro de la Cámara se centró en este asunto, y desde fuera, EH junto con los sindicatos y los promotores de la iniciativa, insistieron en el mismo argumento. En su opinión el 75% del SMI en 12 pagas es insuficiente para conseguir erradicar las bolsas de pobreza y reinsertar a los miembros más desfavorecidos de la sociedad. Si PNV, PSE y PP, fueron capaces de aparcar sus diferencias por un día y pactar el 75%, EA se desmarcó de su socio de Gobierno, y votó en contra de ese aspecto, y del capítulo cuatro de la Carta Social, en el que pretendían una política más agresiva para instaurar las 35 horas, el reparto del trabajo y la prohibición de las horas extra. La nueva ley anula a la Ley contra la Exclusión, en aquellos apartados en los que se contradigan.La diputada de EA, Nekane Alzelai dijo que "esta renta no evita la situación de pobreza" y que, además, el tope del 125% del salario mínimo que fija perjudicará a una familia con seis miembros que cobre el actual ingreso de inserción. El argumento de que la nueva ley va a ser poco útil para quienes viven en la pobreza fue también esgrimido por IU. El parlamentario oldo Usín censuró con dureza el texto porque, en su opinión, "defrauda las aspiraciones de los promotores, defrauda las enormes aspiraciones e ilusiones que generó la iniciativa en la sociedad vasca, y porque no cumple ni en lo más mínimo los objetivos que perseguía".
EA e IU coincidieron con el portavoz de los promotores de la iniciativa legislativa, José Ramón Castaños, en que la Carta de Derechos Sociales se ha quedado en "una mera declaración de buenas intenciones sin apoyo económico". Castaños calificó la cuantía de la renta universal como una "humillación" y dijo que "con la nueva ley, los pobres seguirán siendo pobres y los que están excluidos lo seguirán estando". Varios centenares de delegados sindicales de ELA, LAB, Stee-Eilas y ESK se manifestaron en Vitoria contra la "desnaturalización" de la iniciativa. Estos sindicatos, así como Comisiones, EH e IU, pedían que la renta universal fuese el 100% del salario mínimo. Los partidos uqe apoyaron la ley sostuvieron que esta renta básica es una media "paliativa" hasta lograr la inserción social y laboral, y no un un fin en sí mismo. Argumentaron que se trata de un paso adelante y un progreso evidente en la lucha contra la pobreza. Elportavoz del PNV, Joseba Arregi, anunció que su grupo está dispuesto a pedir en Madrid una subida sustancial del salario mínimo para que así se eleve también la renta básica.
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