Canas al aire vía Internet

La Policia Postal de la ciudad italiana de Milán ha descubierto, investigando en un portal de Internet, que diez jugadores del Inter habrían participado en una fiesta sexual con prostitutas de lujo el pasado día 16. No habiendo cometido delito alguno -en Italia la prostitución está reglamentada-, los nombres de los futbolistas supuestamente involucrados se mantienen bajo reserva.

Según un informe emitido en el telediario de la emisora privada Canal 5 -propiedad precisamente de Silvio Berlusconi, el presidente del Milan, el eterno rival del Inter-, los agentes habrían descubierto los hechos después de un seguimiento durante 45 días y la interceptación de más de 2.000 visitas al portal de la red en el marco de una investigación dirigida a la comprobación de las páginas de carácter pornográfico.

Los investigadores se concentraron sobre el portal www.metropolitan.it, que proponía encuentros con hombres y mujeres -gigolós y prostitutas- que por un par de horas de compañía cobraban sumas superiores a los 1.500 dolares (más de 200.000 pesetas).

Con los primeros indicios a mano, la policia puso bajo control los teléfonos de las dos personas que gestionaban el portal. Después de un mes y medio de escuchas se tomaron los procedimientos: cierre de la página y denuncia a sus administradores por inducción y favorecimiento de la prostitución.

Interrogatorio

En un posterior interrogatorio a las jóvenes se descubrió, siempre según la versión policial, que el pasado día 16 un jugador del Inter se comunicó con una de estas mujeres a través del link del portal con el propósito de organizar una fiesta en un local en el centro de Milán.

A ella habrían concurrido diez jugadores de la plantilla interista y un número igual de prostitutas de lujo. Todo esto se encuentra registrado fotográficamente por la policía.

Poco después, la fiesta se habría trasladado a casa de uno de los jugadores, siempre de acuerdo con la versión facilitada por las autoridades policiales.

En los días posteriores la policía interrogó, una a una, a las mujeres participantes de la fiesta, obteniendo de ellas la confirmación de que habían pasado la noche con los deportistas, cuyos nombres facilitaron, y de que habían sido pagadas para ello.

Después del interrogatorio todas las mujeres recuperaron de forma inmediata su libertad.