Escritores y cineastas apuestan por la lectura en el siglo XXI
¿Seguiremos leyendo en el siglo XXI? Tal es la pregunta que directores de cine y autores de libros tratan de responder en las jornadas que la librería Crisol ha organizado para el mes de febrero en su establecimiento de la calle de Juan Bravo. Ayer, los cineastas José Luis Borau, recién galardonado con un premio Goya al mejor director por su película Leo, y Álvaro Fernández Armero, junto a la escritora Clara Sánchez, reflexionaron sobre el porvenir del libro. 'Le veo un futuro floreciente; es de las pocas cosas que al consumirla no expide dioxinas ni priones', ironizó Sánchez. Para sus compañeros de tertulia, los libros deberían ser competencia del Ministerio de Sanidad y no del de Cultura, 'porque leer es saludable, dinamiza el cerebro'.
Los tres aprovecharon la velada para descubrir ante el público asistente sus primeros contactos con la lectura. José Luis Borau, como hijo único, halló en los libros sus mejores compañeros de juegos. 'Conocía de memoria todas las editoriales y despreciaba a mis padres cuando las confundían', señaló ayer. Por el contrario, la relación de Álvaro Fernández Armero con los cuentos comenzó siendo fetichista. 'Me llamaba mucho la atención la biblioteca de mi padre y siempre estaba subido a lo más alto del sillón para tratar de averiguar el título del libro que estaba colocado en el último estante'. La escritora Clara Sánchez tuvo su acercamiento a la lectura a través del relato oral. 'Teníamos una cuidadora casi ciega que nos contaba cuentos a mis hermanos y a mí, pero mezclaba Caperucita con Blancanieves, cosa que me divertía mucho', comentó.
Tanto Sánchez como Borau reconocieron que no empezaron por leer libros infantiles, sino que se zambulleron de forma directa en la literatura de adultos. 'El primer libro que leí fue El intruso, de Vicente Blasco Ibáñez, que lo trajo una tía mía de Francia y me llamaba mucho la atención, porque era amarillo y tenía las letras doradas', rememoró la escritora. 'Yo hice un esfuerzo tremendo para ahorrar las 3,50 pesetas que costaba Hamlet, y, después de leerlo, no entendí nada; años más tarde lo releí y ya comprendí todas las claves', añadió Borau, que defendió la lectura repetida de un mismo libro: 'Cada Navidad repaso un capítulo de Grandes esperanzas, de Dickens, como forma de sentir todavía más el espíritu navideño'. Clara Sánchez repasa El libro del desasosiego, de Pessoa, cuando se siente invadida por la melancolía, y Fernández Armero confesó: 'Aún no he leído por segunda vez ningún libro, pero deseo leerlos todos'.
Hoy acudirán a la tertulia Elvira Lindo y Miguel Albadalejo. La próxima semana, el martes, irán Manuel Vicent y Antonio Fraguas, Forges; Luis Eduardo Aute y Rosa Montero, el miércoles 14, y Josefina Aldecoa y Luis Carandell, el jueves 15.
Tertulias sobre libros (20.00). Librería Crisol (Juan Bravo, 38). Entrada libre.
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