Los escritores perseguidos del mundo descartan Vitoria como refugio por la violencia de ETA

El comisario para los derechos humanos del Consejo de Europa, Álvaro Gil-Robles calificó la situación del País Vasco de 'atroz' en su visita de esta semana, al constatar que ETA asesina a quien discrepa con su medios y fines políticos, y que las amenazas y coacciones tienen como única explicación que las víctimas opinan, escriben o, simplemente, piensan de otra manera. Ese mismo argumento es el que ayer hizo imposible que Vitoria se convirtiera en una ciudad culturalmente más solidaria y abierta.

Socialistas y populares del Ayuntamiento de Vitoria solicitaron al Parlamento Internacional de Escritores que otorgara a la capital de Euskadi la consideración de ciudad refugio para los creadores que viven perseguidos en países dictatoriales. El Parlamento de Escritores vino a decir ayer que Euskadi es uno de esos países.

El representante en España de esa organización, Bashkin Shehu, escritor albanés censurado y perseguido en su país y residente en Barcelona, dijo: 'Considerando la situación de Euskadi, cuando hay escritores e intelectuales que por sus propias opiniones tuvieron que marcharse, el Parlamento ha pensado que no es el momento ni la situación adecuada para la acogida de escritores [foráneos]'.

Exilio propio

Shehu se refería con esas palabras a la situación de profesores universitarios, creadores, y periodistas que viven en nuestro país con escolta por la amenaza de ETA, y, especialmente a la de aquéllos que han tenido que marchar de forma temporal o definitiva a otros puntos de España o al extranjero para ponerse a salvo de los ataques de los grupos violentos. Es el caso, entre otros, del cantante Imanol y de los profesores de la UPV Mikel Azurmendi o Txema Portillo.

La situación política que se vive en el País Vasco y la inseguridad que genera la extensión del terror a todos los sectores sociales ha llevado al Parlamento Internacional de Escritores a rechazar el ofrecimiento de Vitoria y San Sebastián de formar parte de la red mundial de ciudades refugio. Estas dos capitales solicitaron el pasado mes de noviembre incorporarse a esa relación de cerca de cuarenta ciudades repartidas por todo el mundo. Pese a ver rechazada su demanda, el Ayuntamiento de Vitoria y el Parlamento de Escritores van a firmar un convenio de colaboración que permitirá editar en euskera la revista Auto de fe, una publicación de la asociación que ya ha sido traducida a más de diez idiomas.

Bashkin Shehu explicó ayer que su organización está incluso contemplando la posibilidad, de acoger a autores vascos en su red de ciudades, aunque aún no hay nada concreto. 'Todavía ninguno ha solicitado refugio', dijo tras referirse a varios intelectuales que han tenido que abandonar el País Vasco. 'De momento, los que se han marchado de Euskadi han encontrado trabajo en otros lugares y no han necesitado ser refugiados ni los medios que el Parlamento les facilita'.

Apoyo institucional

En la conferencia de prensa también participaron el alcalde de Vitoria, Alfonso Alonso, y el portavoz de los socialistas, Jesús Loza. Alonso resaltó el camino de colaboración que se iniciará con la edición de la revista y mostró su esperanza de que, lo antes posible, pueda completarse dando refugio a escritores de otros países'. Añadió que en el País Vasco hay también muchas personas que, 'en vez de comprar su seguro de vida', se ponen en peligro por decir y escribir lo que piensan.

El portavoz socialista, Jesús Loza sostuvo esta colaboración limitada con el Parlamento de Escritores es el inicio de un proceso más amplio. 'No podemos ser una ciudad refugio, pero sí vamos a ser una ciudad compromiso', señaló antes de garantizar a sus compañeros de mesa que 'en la defensa de las libertades, nunca estaremos en la oposición y siempre en el gobierno'.

Por su parte, el creador audiovisual Koldo Aginagalde apostó por que la colaboración suponga un revulsivo para una sociedad que necesita tender una red de sensibilidades plurales y abiertas. 'Tenemos que luchar, también desde la cultura, contra cualquier tipo de fanatismo, y defender cualquier tipo de ideas, menos aquellas que lleven aparejada la aniquilación de otro'. Aginagalde abogó por un proceso que definió como de 'rearme de sensibilidad' y de 'desarme del belicismo que incorporan las palabras'.

El Ayuntamiento y el Parlamento de los Escritores celebrarán dentro de varios meses un acto de presentación de la revista, en el que también explicarán nuevas iniciativas que quieren desarrollar conjuntamente.