Expertos y políticos proponen definir un proyecto común sobre Andalucía
No se trata pues de un debate sobre capitalidades, aunque éste no se haya producido nunca en Andalucía a diferencia de otras comunidades autónomas donde existen rivalidades entre ciudades como Castilla y León, Galicia, País Vasco o Extremadura -ninguna de ellas eligió como capital la ciudad con más peso-. El debate que los expertos consultados consideran necesario es el reparto de poder territorial y parten de la premisa de que sólo desde el reconocimiento de las potencialidades locales se podrá combatir con eficacia el localismo.
José Asenjo aboga por un proceso de descentarlización administrativa, un ambicioso pacto local que traspase a los ayuntamientos más competencias, pero también la desconcentración de la propia actividad de la Junta de Andalucía. Otro dirigente socialista asegura que al ciudadano le 'molesta mucho' que en una delegación terrotiroal de la Junta le digan que su asunto 'está en Sevilla', por lo que reclama más poder de decisión para éstas.
La geógrafa Carmen Ocaña: 'Andalucía se ha articulado para converger en Sevilla'
Políticos y técnicos constatan que en la mayoría de las provincias no se identifica la Junta con un sello propio, y que desde las delegaciones se debe procurar que los ciudadanos se sientan vinculados a un proyecto común. La directora general de Ordenación del Territorio y Urbanismo de la Junta, Josefina Cruz, asegura que muchos delegados provinciales se quejan de que 'la Junta queda muy lejos', por lo que sostiene la conveniencia de avanzar en una estructura territorial regional.
Según Asenjo, 'la tendencia a la concentración hace que no se tenga una visión de Andalucía en su conjunto y que la gente de otras provincias crea que existen privilegios'. El diputado socialista malagueño asegura que igual que se ve 'lógico' que la capital esté en Sevilla, es necesario que se considere 'natural' el reconocimiento al papel de otras provincias.
A propósito del debate sobre donde debe estar la sede de la hipotética caja de ahorros única, el profesor de Derecho Constitucional Agustín Ruiz Robledo hace una crítica de lo que considera un excesivo centralismo. 'Se dice que la discusión de la sede es una tontería, pero siempre las tonterías caen del lado de Sevilla. Si es una tontería, pues que dejen que la pongan en Málaga', dice.
También el ex presidente de la Junta José Rodríguez de la Borbolla, admite que 'es necesario avanzar en un proceso de proyectos comunes', aunque matiza que en esto no hay una responsabilidad exclusiva del gobierno andaluz ni que ataña sólo a los políticos.
En otro extremo se sitúa el decano del Colegio de Arquitectos de Andalucía Oriental y también socialista, Carlos Hernández Pezzi, quien sí cree que la falta de definición de un proyecto común obedece, entre otras razones, a la falta de liderazgo político, y reprocha a la Junta que 'haya establecido un modelo en el que todo tiene que parecer igual aunque sea diferente'.
De la falta de iniciativa política se queja también el alcalde de Jerez y portavoz del grupo mixto en el Parlamento andaluz, Pedro Pacheco, quien asegura que el PSOE 'no ha querido la vertebración' y cree que el instrumento más eficaz para ello sería la comarcalización. Pacheco ilustra su crítica con el ejemplo de que hayan pasado casi 20 años de autonomía sin que se redactara el Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía (POTA), y dice que la razón final para hacerlo ha sido la exigencia de la Unión Europea para la distribución de fondos. Pacheco en cambio no cree que se haya seguido un modelo centralista ni que haya habido desequilibrio territorial en la inversión púbblica -sobre la sede de la caja única por ejemplo asevera que debe estar en Sevilla 'porque es la capital'-.
El director del Instituto de Desarrollo Regional, Carlos Román, alude a la necesidad de abrir un debate para definir 'qué queremos hacer y como lo hacemos'. Asegura que no ha habido una estrategia de desarrollo económico y que debería producirse un acuerdo para trazar cuatro o cinco líneas estratégicas, 'como hacen todos los países'. Según Román, 'la falta de un tejido económico no articulado es una responsabilidad pública que aún no ha sido asumida'. Incluso sostiene que el desarrollo de las infraestructuras no se ha ejecutado con un sentido vertebrador del terrotorio interior de la comunidad, sino que ha procurado más la conexión con el exterior.
En este sentido, la geógrafa Carmen Ocaña sostiene que 'no hay nada que organice tanto el territorio como las infraestructuras', pero matiza que Andalucía se ha articulado 'para converger en Sevilla'.
En general, los expertos consideran muy acertado el modelo de organización de áreas metropolitanas y un sistema de ciudades intermedidas que sirvan de reequilibradoras que propone el POTA, si bien reconocen que su desarrollo es muy costoso y requerirá necesariamente establecer prioridades. 'Las oportunidades de modernización son las ciudades, y hay que nivelarlas', sostiene Ocaña.
Cómo establecer estas prioridades es una de las cuestiones que el debate debe abordar. Carlos Román propone guiarse por criterios como la racionalización, la cuestión de oportunidad, la medición de costes y las consecuencias de no tomar una determinada decisión.
Braulio Medel apela al criterio de equidad, y propone que en la asignación de recursos en las políticas de fomento económico se prioricen aquellas zonas que muestran mayor dinamismo y que tienen mayor capacidad de arrastre sobre la economía regional.
El presidente de Unicaja recuerda que en 20 años de autonomía hay más ejemplos de uniones que de desuniones, que éstos han sido episodios muy esporádicos y que los debates localistas no deben animar a dar marcha atrás. Medel coincide con Rodríguez de la Borbolla en que Sevilla y Málaga deben unirse en sus reivindicaciones para hacerlas más poderosas.
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