Una vacuna previene el sida en monos infectados con un virus híbrido
Los animales se infectaron, pero no desarrollaron la enfermedad en siete meses
Los científicos, que presentan hoy el resultado de su trabajo en la versión en internet de Science (previa a su publicación en la revista), advierten de que la vacuna no evita la infección de los monos, sino que la controla al evitar la replicación masiva del virus en el organismo. Los científicos han anunciado que el año próximo comenzarán en personas los ensayos de la versión humana de esta vacuna para comprobar su efectividad.
En la investigación, liderada por Harriet Robinson y desarrollada durante dos años, fueron vacunados 24 monos y los resultados se contrastaron con animales de control no vacunados. Siete meses después de la inoculación del recordatorio de la vacuna, todos los monos del experimento fueron infectados por vía rectal con un virus híbrido (SVIH) del VIH (virus de inmunodeficiencia humana) y el VIS (virus de inmunodeficiencia en simios). Los animales no vacunados desarrollaron rápidamente altos niveles de SHIV en el organismo y avanzaban hacia el desarrollo del sida. Sin embargo, los monos vacunados mantenían niveles bajos de la cantidad de virus -característica de las personas infectadas con VIH que no desarrollan la enfermedad durante mucho tiempo- y se mantenían sanos.
A las 28 semanas del experimento, los cuatro monos de control no vacunados desarrollaron infecciones oportunistas asociadas a sida y fueron sacrificados, mientras que los 24 vacunados seguían sanos.
El sistema de vacuna, que consta de dos vacunas de ADN más un refuerzo posterior a base de un poxvirus (un tipo de virus) modificado, provoca en los monos una respuesta inmunológica fuerte, indican los científicos. Según explican, este sistema, relativamente simple, produce una mejor protección contra la enfermedad que cualquier otro candidato a vacuna contra el sida desarrollado hasta la fecha. 'Estamos realmente sorprendidos por el nivel de control que hemos logrado con la respuesta de recordatorio de nuestro sistema', comenta Robinson, del Centro de Investigación de Primates Yerkes, de la Universidad Emory.
Tres proteínas
La clave de esta vacuna es su capacidad de provocar la respuesta del sistema inmunológico a varias proteínas meses después de la inoculación. A diferencia de otras vacunas contra el sida planeadas, ésta provoca la respuesta inmunológica a las tres principales poliproteínas (Gag, Pol y Env) que son expresadas por el VIH, en lugar de sólo a una o dos, de manera que se incrementa la capacidad del organismo de reconocer el VIH y reaccionar ante él. Además, este sistema supone sólo tres inoculaciones frente a las hasta seis que exigen otros sistemas de vacunas contra el sida.
Esta línea de investigación es sólo una de las varias en las que se trabaja para obtener una vacuna de tipo terapéutico (no previene el contagio pero sí el desarrollo de la enfermedad) en Estados Unidos. Margaret Johnston, directora del programa de la vacuna del sida en los Institutos Nacionales de la Salud de EE UU, comentó recientemente que los modelos animales tienen limitaciones importantes para obtener vacunas ya que se utlizan virus análogos y no los reales.
Estados Unidos ha dado en los dos últimos años un gran impulso financiero a los intentos de obtener una vacuna terapéutica contra el sida y en la actualidad financia varios ensayos clínicos en humanos en países en desarrollo. Según Johnston la lucha contra el sida ha sido identificada como objetivo de la seguridad nacional, ya que la extensión del sida, en África sobre todo, pone en peligro las relaciones internacionales de EE UU y sus intereses en esa zona del mundo.
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