Diputados del PP cuestionan la eficacia y la duración de la estrategia de tensión en el Parlamento

La frase 'los moros, a Marruecos, que es donde tienen que estar' -que fue atribuida inicialmente al vicepresidente primero de la Cámara, el popular Matías Conde, cuando fue pronunciada por el vicepresidente tercero, el socialista Rafael Centeno, que dimitió tras este asunto- provocó una tormenta política sin parangón en los últimos tiempos y la resaca de esta polémica aún permanece.

Tras la confesión de Rafael Centeno de ser el autor de la frase, el Partido Popular comenzó una estrategia de boicoteo en la Cámara en un doble sentido: abandono de la Mesa del Parlamento (el órgano de gobierno que fija el trabajo de la institución) por la presencia en ella del diputado andalucista Ildefonso Dell'Olmo, que afirmó que Matías Conde participaba en una conversación xenófoba con Centeno, y la marcha de todos sus diputados durante las intervenciones en pleno de Caballos, al que los populares acusan de la estrategia inicial de 'linchamiento' contra Conde.

Aunque todos los diputados del PP comparten que su partido ha sido el realmente agraviado en este asunto, no todos ven de la misma manera la estrategia aplicada posteriormente. En la reunión del grupo popular, un diputado de Málaga, otro de Granada y otro de Huelva pusieron en cuestión, con diferentes matices, la viabilidad de estas medidas. Previamente el PSOE ya había entonado un mea culpa por haber intentado sacar rédito político de un comentario privado.

Así, en la reunión, las intervenciones de estos parlamentarios se centraron en cómo va a ser posible mantener esta situación con el paso de los días y se alertó de que, con el tiempo, esta iniciativa podía volverse en contra del PP. Por ejemplo, la ausencia de los populares de la Mesa de la Cámara impide a este partido participar de forma activa en la decisión de los asuntos que se llevan a los plenos. De hecho, en una Junta de Portavoces, el secretario general del PP, Antonio Sanz, se quejó de la ordenación del siguiente pleno y acusó al presidente del Parlamento, Javier Torres Vela, de haber represaliado a su partido por ausentarse de la Mesa de la Cámara.

Temor confirmado

Además, había un temor, que después se ha visto confirmado, en el sentido de que esta estrategia podía facilitar al PSOE y al PA un discurso acerca de que el PP desprecia las instituciones. Precisamente, el pasado jueves, José Caballos, tras marcharse del pleno todos los diputados del PP por una pregunta que iba a formular al presidente de la Junta, Manuel Chaves, afirmó que 'sólo se van de las instituciones los que no creen en ellas'. El propio Chaves pidió 'respeto y tolerancia' para la institución.

La dirección del grupo parlamentario popular, encabezado por Teófila Martínez y Antonio Sanz, defendió la bondad de la estrategia y la necesidad de no bajar la guardia. De hecho, este asunto no ha vuelto a ser tratado en las posteriores reuniones internas del PP.

Las posiciones que hay ahora en el PP para abordar este asunto en el futuro también son distintas. En este sentido, hay diputados que abogan por dar por zanjada la polémica y volver a la normalidad tras la Semana Santa. 'Hay que tomar nota de lo ocurrido y volver a la normalidad porque esta situación no se puede mantener indefinidamente', afirma un parlamentario popular.

Por contra, la dirección del PP no está dispuesta a modificar un ápice esta estrategia pese al coste que pueda suponer. 'Vamos a mantenernos hasta que recuperemos la confianza y tengamos garantías de que no vuelva a ocurrir algo parecido', afirman fuentes de la dirección regional.