Vino, vio y cerró

El drástico plan de choque de Marks & Spencer se gestó durante los últimos cinco meses, pero la estrategia para salir de la crisis se confirmó en Madrid a principios de febrero. La decisión la tomó Luc Vandevelve, presidente de la firma británica, tras visitar los grandes almacenes de la capital con el director en España, Enrique Fernández, y los respectivos gerentes.

La proximidad de la tienda Marks & Spencer a Carrefour, ambos en el centro comercial Oeste del barrio de Majadahonda, llevó al máximo responsable del grupo británico a convencerse de que las operaciones internacionales son la 'plataforma errónea' para la expansión de la centenaria firma. 'Decidí que, sí, estamos asentados sobre una potencial mina de oro en Europa. Pero la solución comercial que hemos aplicado a esta mina de oro no es la adecuada', dijo el jueves en declaraciones recogidas ayer por el Financial Times.

Vandevelve, belga de 49 años, conoce el negocio de Carrefour y el mercado español, pero era la primera vez que visitaba oficialmente España desde que se hizo con las riendas del debilitado grupo comercial, hace 13 meses. En su etapa anterior al frente del grupo francés Promodes, donde llegó en 1995, movió los hilos de la fusión con la cadena de supermercados, que, como observó el pasado febrero, comparte espacio comercial con M&S a las afueras de Madrid. En su gestión se le reconoce también como el arquitecto de la recuperación del negocio de Kraft en España y Alemania.

Estas credenciales ayudaron al políglota Vandevelve a conseguir un paquete salarial que puede alcanzar los 19 millones de libras (5.000 millones de pesetas) en cinco años si duplica el valor de las acciones de M&S. La retirada de Europa y de EE UU es el primer paso para alcanzar su objetivo.

[Ayer, el ministro francés de Economía, Laurent Fabius, calificó de 'extremadamente brutal' el método utilizado por las direcciones de Mark & Spencer y Danone para adaptarse a las circunstancias del mercado. 'Me hiere profundamente', señaló Fabius, según Efe].