Aluvión de conviertos tras la vuelta de vacaciones

- De mestizajes varios. El jazz tira esta semana hacia la mezcla con lo latino y el flamenco, a excepción del sabio pianista argentino afincado en Madrid Horacio Icasto, que lo aborda desde la pulcritud y la exquisitez, y aprovecha su tanda en el Central para grabar un disco en directo. Hacia el flamenco va el proyecto Jazz Hondo, otro atrevimiento del multiinstrumentista Ángel Rubio, que une cante jondo con jazz y ritmos étnicos. La calle caliente es la apuesta del multipremiado bajista Miguel Blanco para llevar el jazz madrileño por los senderos del Caribe musical.

Tras participar en numerosos proyectos que unían los ritmos africanos con los músicos españoles, el guitarrista y cantante camerunés Justin Tchatchoua aborda su propia apuesta y presenta Vuela, su primer disco donde canta en castellano. El nuevo mestizaje del pop y el flamenco se llama A Falta de Pan, un original grupo que pone de largo su disco debú, En calzoncillos. Parecidos derroteros toman también los grupos Sur SA y Machaca. El reggae de Madrid pasa por Cañamán, que regresa tras una larga gira de presentación de su último disco, Cambio de vida.

El que fuera uno de los fundadores del grupo gallego Milladoiro, Rodrigo Romaní, acude al ciclo Músicas del mundo en el Conde Duque, interrumpido hace 20 días. Y La Carraca ofrece canciones tradicionales para público infantil.

- Cantautores más o menos. Probablemente, al enigmático Nick Cave no le gustaría el término cantautor si supiera qué significa, pero su propuesta bien puede acercarse a ese terreno. Este artista australiano viene con The Bad Seeds para presentar No more shall we part. Siempre en el lado de la vanguardia, entre el tormento y la desolación, Cave da su peculiar visión del mundo donde es difícil encontrar amor. Al donostiarra Txetxo Bengoetxea tampoco le cuadra del todo lo de cantautor, pero acarreará con ello por haberse desligado de 21 Japonesas, el grupo de culto que lideró en los noventa. Debut se llama su ópera prima en solitario. Nauta o Javier Krahe, cada uno a su manera, encajan mejor en el término, como Aute, Amaral, David Broza o Jaime Anglada, que actúan juntos en el concierto Por el final del corredor tras la proyección del corto El apagón, un alegato contra la pena de muerte. El contraste lo pone el humor de Faemino y Cansado.

- Rock y pop. La música extrema de Morbid Angel es casi la única visita rockera internacional. Su estilo death metal contrasta con el festivo ska de los alemanes Skaos. Al ska también se entregan los valencianos Skaparapid. Muy Poca Gente es la nueva apuesta del ex Niño Gusano, Sergio Algora; y Cooper, la de Alejandro, el líder de los leoneses Flechazos. Mama Baker vienen de Granada inspirados en el pop de los ochenta, década a la que dedican una canción Piratas, que actúan en La Riviera, en su nuevo disco, Ultrasónica. Yoghourt Daze, Sperm y Sou Edipo rinden tributo a Nirvana en Siroco a los siete años de su separación. El sevillano Señor Chinarro y el grupo valenciano Doctor Divago completan la oferta de pop nacional.

- 'Hip-hop' y 'house'. La música de baile tiene en De La Soul un punto de inflexión. Este influyente trío neoyorquino de finales de los ochenta encabeza el Festival Internacional Urbano Hip-Hop, que completan los españoles Ari (rapera dominicana afincada en Girona), Violadores del Verso, Payo Malo y Veridikoos. La mezcla fantástica de todas las músicas negras que realiza De La Soul, sazonado de rap no violento y house envolvente, pone muy alto el nivel del festival, que se completará con muestras de pintadas y demostraciones de break dance. Los clubes de vanguardia acogen también a pinchadiscos de prestigio. Destaca la nueva sesión del Ministry of Sound (MOS) londinense en Macumba, con Smoking Jo, una de las escasas figuras femeninas de las mezclas. DJ Edu o DJ Slick son las aportaciones españolas a este arte.