El buque 'negrero' zarpó de Dakar 15 días antes de llegar a Tenerife

Los parcos relatos de la tripulación y de los pasajeros del buque permiten suponer a las autoridades que éste fue fletado en el Golfo de Guinea por las mafias que han tomado el relevo de los negreros del siglo XIX y enviado por la costa de África hasta Dakar. La capital del Senegal se ha convertido en el Tánger del África subsahariana. El 27 de marzo el barco salió rumbo a Canarias.

Los testimonios de los pasajeros no coinciden en este punto. Unos dicen que permanecieron escondidos fuera del puerto, en donde los recogió el buque. Otros, a los que las autoridades otorgan más credibilidad, afirman que cuando el barco zarpó ellos ya estaban en la bodega. Los inmigrantes procuran dar la menor información posible sobre la organización que les ha trasladado porque sus familias están expuestas a represalias y ellos mismos, caso de ser repatriados, podrían volver a necesitar a los traficantes. De hecho, uno de los detenidos es viejo conocido de la policía. Hace poco más de un año fue apresado cuando intentaba desembarcar ilegalmente a varias personas en el sur de Gran Canaria. El Ministerio del Interior lo devolvió a su país.

De los 120 hombres que, entre tripulantes e inmigrantes, viajaban en el Ashva, 107 declararon que procedían de Sierra Leona, ocho dijeron que venían de Senegal, tres de Liberia, uno de Burundi y otro de Ruanda. 'Para los inmigrantes subsaharianos, Sierra Leona es una bandera de conveniencia', afirma un funcionario. Se trata de un país que desde 1991 se desangra en una guerra por el control de la producción de diamantes. Los inmigrantes conocen las mayores posibilidades de quedarse en Europa si consiguen hacerse pasar por sierraleoneses. Por eso, muchos de los pasajeros del Ashva portaban fotocopias falsas de cédulas de identidad de ese país. Los funcionarios se inclinan porque la mayoría procede de Senegal. No obstante, es muy difícil que el Gobierno de Dakar los reconozca. Lo más probable es que los inmigrantes queden libres y abandonen en 15 o 20 días la terminal del aeropuerto de Fuerteventura donde están retenidos.