Los 'patas blancas' de Victorino Martín debutan hoy en la feria
'Antes las ferias no duraba tanto. A pesar de ello, los patas blancas eran tan espectaculares que se llegaban a anunciar dos tardes en la misma feria. Su tirón entre los aficionados era increíble'. Victorino Martín está como chaval con zapatos nuevos. O, con más propiedad, como ganadero con toros en su puesta de largo. El hierro que creó en 1996 con el nombre de una de sus fincas de Extremadura, Monteviejo, y heredero directo de los míticos Barcial, popularmente conocidos como patas blancas, acuden a su primera feria de San Isidro con todos los honores. La afición desusada de este hombre ha vuelto a colocar en los carteles un pedazo de la historia que, tiempo atrás, hizo grande esta fiesta de los toros.
'Ha costado. Estos toros han estado ya tres veces en Las Ventas y aquí nadie regala nada. Si estamos en San Isidro es porque nos lo hemos ganado', comienza retador para despejar dudas. Exactamente el 20 de junio de 1999, los toros yerrados con una 'M' pisaban por primera vez el coso de Madrid. Lo que salió por chiqueros no defraudó: los más guapos del campo bravo en la primera plaza del mundo. 'El problema que tuvo este encaste, y de ahí su declive, es que pesaban poco. Eso ya está solucionado', comenta. El cambio lo atribuye Victorino al trasiego de aires. Ahora pacen en Extremadura, 'tierra menos fría', afirma, que su Salamanca originaria.
'Hay cinco toros preciosos. Van a encantar', dice. Sobre el juego que puedan dar en el ruedo, una precisión menos entusiasta: 'Hay que tener en cuenta que aún estamos trabajando con ellos. En seis años se ha hecho mucho, pero no milagros'. Hecha la puntualización, todo son parabienes: 'Son los toros más bajos que van a salir en la feria'.
Llegados a este punto, se acabaron las buenas noticias: ¿Y del tercio de varas qué? 'Es un desastre absoluto. Cada vez se hace peor. El problema es que picar a un toro no es un trabajo a destajo, sino un arte. Por tanto, para que esto se arregle habría que tratar a los picadores como a los artistas. ¿Por qué hay que pagar a todos por igual, lo hagan bien o mal?', comenta casi indignado y la cuestión abre de un golpe en una batería de preguntas: '¿Acaso todos los toreros cobran lo mismo? Entonces, ¿por qué ese empeño en meter a todos los picadores en el mismo saco como si fueran obreros? El tercio de varas es un arte y el público tiene derecho a que se haga bien, con arte. Páguese más al mejor'.
Victorino toma como ejemplo la actuación del picador mexicano Efrem Acosta el año pasado. 'Él es la prueba evidente', continúa, 'de que se puede picar bien y de que este tercio no tiene que ser ejecutado destrozando al toro y tapándole la salida'. Dicho lo cual, toma aire y vuelve al tema del día: 'Los toros están muy bien hechos. Tan bajitos con unas capas tan espectaculares... van a sorprender'.
La corrida de hoy
La corrida de hoy, 26ª de abono: toros de Monteviejo para El Fundi, José Ignacio Ramos y Juan José Padilla. A las 19.00
Babelia
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