La edición de 'En aquella Valencia' saca del olvido al novelista Salazar Chapela

Su talante liberal, su equilibrio en la comprensión de las razones de sus adversarios políticos y su agudeza a la hora de bucear en las contradicciones del ser humano son algunas de las cualidades que afloran en sus novelas. La obra de Salazar Chapela carece del sectarismo, la cerrazón o el autoengaño, tan presente en otros escritores españoles contemporáneos de derechas e izquierdas. El triunfo del franquismo le llevó a exiliarse al Reino Unido.

En aquella Valencia fue, en su momento, el objeto de un largo peregrinaje. El original fue rechazado por las editoriales Ruedo Ibérico, de París, Suramericana, de Buenos Aires, y Joaquín Mortiz, de México. El libro vivió toda una estéril odisea por la geografía del exilio español. Salazar Chapela murió antes de ver publicada En aquella Valencia, que no vio la luz hasta 1995 en Sant Cugat del Vallès, en una edición bastante difícil de encontrar. Por ello, la publicación en Renacimiento puede ser una ocasión óptima para conocer de una vez por todas este libro.

El escritor malagueño evoca en la novela sus vivencias en Valencia, capital provisional de la II República, entre enero y marzo de 1937. Sebastián Escobedo es el personaje que protagoniza la novela. Su encuentro casual con Mary Serrano en el Londres de 1947 dará curso al caudal de sus recuerdos. Intelectuales, artistas, aristócratas, criados, fascistas emboscados y milicianos trazan un vivo retablo.

Francisca Montiel, profesora de Lengua y Literatura Españolas y miembro del Grupo de Estudios del Exilio Literario de la Universidad Autónoma de Barcelona, se ha ocupado de la edición, introducción y notas de En aquella Valencia. La dificultad para hacerse con las obras del escritor malagueño es el primer problema con el que se encuentra cualquier interesado en su figura. 'Sus libros se publicaron fuera de España. Se intentaron introducir en España salvando la censura. Pero no fue posible', señala Montiel.

'Con la obra de Salazar Chapela hay un conflicto entre la necesidad de recuperar sus libros y el interés comercial que tienen. Se ha recuperado a otros autores del exilio, como Max Aub, Ramón J. Sender y Francisco Ayala. Quizás porque se suponía que podían vender más', agrega.

Montiel resalta el sentido del humor de la novela. 'Una de sus cualidades más destacables es su visión humorística de las cosas, que procede de su iniciación literaria en la época de las vanguardias. Es característico de él sus ganas de desdramatizarlo todo por grave que fuera. Otra cualidad es su gusto por analizar personajes femeninos', dice Montiel.

La profesora hace también hincapié en la riqueza de lenguaje y en la amenidad de su obra. 'En Salazar Chapela destaca el gusto por elaborar el castellano. Hay mucha creación de palabras, compone palabras nuevas... Tras Perico en Londres, que le salió una especie de híbrido entre ensayo y novela, Salazar Chapela puso mucho interés en que la novela siempre mantuviera un componente de imaginación. Una de sus cualidades es la amenidad. Una novela no puede, en su opinión, caerse de las manos. Si no se puede seguir en la página 20, es que ha fracasado', concluye.