Jiang Zemin dice que el escudo espacial amenaza la paz mundial

El presidente chino, Jiang Zemin, que estudió en Moscú en sus años mozos, aseguró ayer en perfecto ruso, ante su homólogo Vladímir Putin y 1.500 alumnos de la universidad estatal, que su país nunca hará nada que pueda dañar los intereses de su poderoso vecino. Tras la firma el día anterior de un tratado de amistad, cooperación y buena vecindad que intenta superar los recelos del pasado, Jiang dejó muy clara la coincidencia con Rusia en el rechazo de la ampliación de la OTAN hacia el este de Europa y del escudo antimisiles que pretende desplegar EE UU. El desarrollo de armas de nueva generación como las que proyecta Washington, señaló, pondría en peligro la paz mundial.

El propio Putin estuvo presente en la conferencia de Jiang y se felicitó de que éste, no sólo hablase perfectamente ruso, sino que incluso lo cantase, algo que hizo, y sin desentonar, en la cena oficial de la noche anterior.

Politólogos, geoestrategas y algunos dirigentes políticos son muy sensibles al riesgo potencial que se deriva de una historia marcada por la desconfianza e incluso el enfrentamiento, por una frontera común de más de 4.000 kilómetros (todavía discutida en una mínima parte) y por la tremenda desproporción (favorable a China) entre las respectivas poblaciones en el extremo oriente de Rusia.

Pese a todo ello, o tal vez por eso mismo, los líderes de los dos gigantes han apostado por la cooperación y por buscar los puntos de convergencia. Así, Putin no ha tenido inconveniente en asumir que Taiwan es parte de China, y Jiang se ha sumado al rechazo ruso a la expansión de la OTAN al este de Europa, que, en su opinión, 'puede perjudicar a la seguridad internacional'.

'Mentalidad de guerra fría'

En su conferencia ante los universitarios, Jiang condenó, sin necesidad de citarlo por su nombre, el escudo espacial con que George Bush pretende hacer frente a la amenaza potencial de un ataque con misiles de Estados como Corea del Norte e Irán. Ningún país, señaló, debería desarrollar su propio sistema de seguridad en perjuicio de otros. 'La mentalidad de guerra fría', añadió, 'y la teoría de las armas superiores deben ser erradicadas'. Según él, la ruptura del equilibrio global estratégico conduciría a una nueva carrera de armamentos que amenazaría la paz mundial.

El día anterior, en una declaración sin relación directa con el tratado de amistad, Jiang y Putin habían defendido la necesidad de preservar a toda costa el tratado antimisiles balísticos ABM (suscrito en 1972 por Rusia y Estados Unidos), al que consideran la piedra angular del proceso de desarme y que está amenazado por los planes norteamericanos.

Los primeros ministros de Rusia y China, comprometidos con su nuevo tratado a ser amigos para siempre, se reunirán en septiembre para desarrollar los acuerdos a los que llegaron el lunes los dos presidentes.