El jefe de la policía italiana admite que hubo 'excesos' de los agentes en la cumbre del G-8
División entre los partidos ante la celebración en Italia de las cumbres de la FAO y la OTAN
'Es posible que las condiciones de guerrilla creadas por criminales violentos hayan provocado en algunos casos excesos en el uso de la fuerza por parte de la policía, y en otros casos episodios individuales de comportamientos ilegales, los cuales serán severamente castigados', declaró De Gennaro ante los 36 miembros de la comisión parlamentaria.
El jefe de la policía italiana rechazó las acusaciones del alcalde de Génova, Giuseppe Pericu, de haber concentrado sus fuerzas en la protección de la llamada zona roja (donde se desarrollaba la reunión de los representantes de los siete países más industrializados y Rusia), dejando desprotegida el resto de la ciudad. '6.800 hombres fueron movilizados fuera de la zona roja para garantizar la seguridad en otros barrios', dijo.
Las declaraciones del jefe de la policía italiana suscitaron inmediatamente las críticas de la oposición e incluso de partidos integrados en la coalición de Gobierno. Los parlamentarios del partido posfascista Alianza Nacional pidieron la dimisión de De Gennaro. La Unión Sindical de la Policía pidió su renuncia por haber 'reconocido implícitamente el fracaso de sus decisiones durante el G-8'. Durante la cumbre, un manifestante antiglobalización de 23 años murió por los disparos de un policía y cientos de personas resultaron heridas.
La coalición opositora El Olivo pidió formalmente la comparecencia del primer ministro, Silvio Berlusconi, del vice primer ministro, Gianfranco Fini, y del ministro del Interior, Claudio Scajola. 'Ha habido carencias organizativas muy serias y todos los planes fueron cambiados en los 20 o 25 días previos a la cumbre', dijo el senador de El Olivo Franco Bassanini, quien aceptó que comparezca el anterior jefe de Gobierno, Giuliano Amato, pero siempre que se considere también la de Berlusconi. La decisión sobre las comparecencias será adoptada hoy por la Cámara.
El comandante general de los Carabineros, Sergio Siracusa, explicó a los parlamentarios que la muerte del joven manifestante Carlo Giuliani fue 'un acto de legítima defensa'.
Entretanto, el Parlamento se divide ante la próxima celebración en Italia de dos cumbres internacionales: la de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), prevista para noviembre en Roma, y la reunión ministerial de la OTAN que debería celebrarse a finales de septiembre en Nápoles.
La coalición de centro derecha, con mayoría en el Parlamento, defiende la celebración de la cumbre de la OTAN en Italia pero prefiere que la cumbre de la FAO se celebre en algún país del Tercer Mundo. La oposición, sin embargo, defiende que Italia albergue la reunión de la FAO pero considera que el ambiente está 'demasiado tenso' para que Italia sea el anfitrión de la cumbre de la Alianza Atlántica. Luca Casarini, portavoz de los Tute Bianche (grupo de acción directa no violenta que se manifestó en Génova) declaró ayer que 'la FAO no es lo mismo que el G-8', pero subrayó que su oposición a la OTAN es radical.
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