La Filmoteca recupera una selección de películas de los noventa en el ciclo 'Si aún no la ha visto...'

Desde hace años, durante el verano, Filmoteca Española no cierra sus salas del castizo cine Doré, dos con aire acondicionado y una nocturna al aire libre, sino que organiza amplios ciclos para cubrir la programación. Como el titulado Si aún no la ha visto..., una selección de películas de finales de la década de los noventa.

Integrada por producciones europeas, norteamericanas y asiáticas, durante este mes, Filmoteca Española exhibe una amplia selección de películas. Por lo general, son atractivas producciones que en su momento pasaron inadvertidas entre la cada vez mayor avalancha de los estrenos semanales, y que brinda a los espectadores en una última oportunidad de verlas en gran pantalla antes de pasar a la televisión.

Entre las películas europeas programadas destacan Hilary y Jackie (1998), de Anand Tucker, sobre la dura vida de la famosa violonchelista Jacqueline Du Pré, muerta de esclerosis múltiple a temprana edad, o Celebración (1998), de Thomas Vinterberg, la primera película del movimiento Dogma 95, ese extraño invento danés para tratar de justificar la mala calidad técnica, pero que en esta ocasión narra una dura historia familiar. También ofrece El caso Winslow (1999), de David Mamet, una excelente adaptación de la obra teatral homónima de Terence Rattigan, sobre las vicisitudes de una familia inglesa que trata de salvaguardar el honor de su hijo de 14 años, o La vida soñada de los ángeles (1998), de Erick Zonca, una obra maestra francesa sobre la vida de dos jóvenes sin trabajo, y la premiada La vida es bella (1997), de Roberto Benigni, la famosa comedia sobre los campos de exterminio nazis.

Entre las películas norteamericanas programadas hay que señalar Limbo (1999), del independiente John Sayles, que cuenta la relación entre una cantante y un pescador ante la mirada de la hija adolescente de ella; 200 cigarrillos (1999), de Risa Bramon, una serie de historias entrecruzadas entre los jóvenes que asisten a una fiesta de fin de año a principios de los ochenta, o El desayuno de los campeones (1999), de Alan Rudolph, una sátira sobre la clase media norteamericana basada en la novela de Kurt Vonnwgut jr.

El cine norteamericano también estará presente a través de grandes clásicos, como Té y simpatía (1956), de Vincente Minnelli, y Zelig (1983), de Woody Allen. Mientras, entre las producciones asiáticas sobresale El rey de las máscaras (1996), de Wu Tian-Ming, ambientada en los años treinta, en China, sobre un artista callejero que busca un heredero de sus habilidades.