López Cobos afronta la dirección de 'Rigoletto' en San Sebastián como su reencuentro con la ópera

Así lo explicó ayer el coordinador de la Quincena Musical donostiarra, Luis Fernando Rupérez, durante la presentación de las tres sesiones de Rigoletto que acogerá el Kursaal, para las que se colgó hace ya días el cartel de 'no hay entradas'.

El maestro zamorano Jesús López Cobos, que dirigió su primer Rigoletto hace 30 años y el último a mediados de los ochenta, se pondrá de nuevo al frente de la obra de Verdi. 'Es como volver a encontrarse con un primer amor de la juventud', afirmó, para añadir que este trabajo es, además, un reencuentro con la ópera, un género que ha dirigido 'muy poco' desde primeros de los noventa.

Traiciones al compositor López Cobos resaltó que los espectadores que acudan al Kursaal conocerán la historia de Rigoletto 'íntegramente', sin los 'cortes' que han sufrido muchas de las obras del repertorio operístico italiano. En su opinión, quitar fragmentos a estas piezas musicales es como 'amputarlas' y 'traicionar' a su compositor.

Por el contrario, el director musical se mostró satisfecho con la adaptación de Rigoletto que Jonathan Miller hizo para la English National Opera y que se estrenó en 1982 en Londres. López Cobos cree que trasladar la acción de Rigoletto de la corte italiana del siglo XIX al ambiente de la mafia italiana del XX en EEUU es ' perfectamente aceptable', ya que 'la historia es la misma' y 'no pierde dramatismo alguno, sino que, al revés, gana'. 'Seguimos viendo la misma lucha por el poder, los mismos problemas entre padre e hija y una hija que se siente traicionada por el duque', argumentó.

El director de escena, David Ritch, corroboró las palabras de López Cobos, al tiempo que recordó que, cuando se estrenó esta adaptación, hubo parte del público que protestó e, incluso, solicitó que le devolvieran el dinero de las entradas. Sin embargo, el montaje fue luego 'todo un éxito, se estrenó en Nueva York, ha recorrido medio mundo y es totalmente respetado'. En España sólo se ha podido ver hasta ahora en Madrid, en el Teatro de la Zarzuela, y 'no en unas condiciones escénicas muy buenas', apuntó Rupérez.

Respecto a estas condiciones en el Kursaal, Ritch resaltó la 'lentitud' del telón, que, según indicó, 'dificulta' el inicio y el final de los tres actos en los que está dividida la ópera. En cambio, calificó de 'soberbia' la acústica del auditorio. También López Cobos se refirió a esta cuestión. 'Me parece que el Kursaal reúne magníficas condiciones', aseguró, si bien matizó que es 'una primera experiencia y, tras ella, se podrán hacer correcciones donde sea necesario', como en el foso, que, a su juicio, 'es un poco pequeño para hacer grandes producciones'.

Los papeles más importantes del montaje operístico recaen en el barítono rumano Alexandru Agache, en el rol protagonista del bufón Rigoletto; el tenor venezolano Aquiles Machado, que interpreta el personaje del duque, y la soprano granadina María José Moreno, que da vida a Gilda, la hija de Rigoletto. Completan el elenco lírico principal los cantantes Arutjun Kotchincian, en el papel de Sparafucile, e Itxaro Mentxaka, en el de Maddalena. Todos ellos estarán acompañados por la Orquesta Sinfónica de Euskadi y el Coro Easo.