El juez condena a la asesina de la joven Rocío Wanninkhof a 15 años de prisión

Quince años y un día de cárcel y 18 millones de pesetas de indemnización a la familia de la víctima. Ésta es la pena impuesta ayer por el juez a Dolores Vázquez, después de que un jurado popular la encontrara culpable la semana pasada por asesinar a la joven Rocío Wanninkhof, de 19 años. El magistrado opta así por la mínima pena, ya que este delito está castigado con entre 15 y 20 años de prisión. Tampoco la indemnización es alta; la acusación solicitaba 60 millones de pesetas, y el fiscal 50. Tendrá que pagar 18.

La defensa de Vázquez ha avanzado que recurrirá la sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía porque entiende que al no haber pruebas contra su patrocinada, se ha vulnerado la presunción de inocencia.

El fallo da por probados los hechos tal como los asumió el jurado el miércoles pasado, que a su vez hizo suyo el relato del fiscal. Así, la sentencia -leída ayer- señala que la noche del crimen, el 9 de octubre de 1999, Dolores y Rocío se encontraron cuando la víctima se dirigía a su casa, en Mijas. Discutieron y Dolores golpeó a Rocío. Después, aprovechando la 'indefensión' de la joven, le asestó una puñalada en el pecho. Rocío, al verse herida de gravedad, intentó huir, pero cayó exhausta. La acusada le dio otras ocho puñaladas por la espalda. Una vez que comprobó que era cadáver, buscó un vehículo y trasladó el cuerpo a su domicilio, donde lo mantuvo algunos días. Después, llevó el cadáver a un paraje de Marbella y lo depositó entre la maleza. El único punto en el que el tribunal popular se apartó de las tesis del ministerio público -que entendía que Vázquez cometió un homicidio y pedía 15 años- es en el de la alevosía. La acusación sostuvo en el juicio que la acusada 'aprovechó el factor sorpresa y la indefensión' de la víctima, por lo que calificó los hechos de asesinato y solicitó una pena de 20 años. El jurado asumió casi todo el relato del fiscal, aunque añadió esta circunstancia para concluir que se trataba de un asesinato y no de un homicidio.

Para fundamentar la aplicación de la pena mínima, el magistrado, Fernando González Zubieta, alude a que sólo ha concurrido la circunstancia de alevosía, que la acusada carece de antecedentes penales y que dos de los nueve votos del tribunal popular fueron de inculpabilidad.

Sobre la indemnización, el juez decide condenar a Vázquez a 18 millones. González Zubieta sostiene que como 'la víctima no deja familiar a su cargo', esta cantidad 'guarda prudente armonía con el criterio más generalmente aplicado por los órganos judiciales'. Wanninkhof desapareció cerca de su casa, en Mijas, el 9 de octubre de 1999. Un mes después su cadáver fue encontrado en Marbella.