La grúa municipal retira ahora la mitad de coches que hace cinco años

La labor de la grúa municipal languidece. El colapso de los depósitos (llenos de coches, lo que impide a los operarios trabajar) se refleja en las estadísticas: si en 1996 la grúa retiró de las calles 156.186 vehículos mal aparcados, en 2000 llegó sólo a 99.148. Y esta cifra se quedará este año en 65.657, a tenor de las previsiones que resultan del análisis de los datos registrados hasta agosto pasado. El atentado de la plaza de Colón, que ha dejado inactivo este depósito de grúas durante un mes, agravará la situación. 'La grúa se ha vuelto totalmente ineficaz', afirma el PSOE.

El pasado marzo, un escrito policial advertía de que 'la saturación de las distintas bases operativas [abarrotadas de coches] está llegando a límites extremos, que pueden ocasionar, en breve, la total paralización de la flota [de grúas]'. La situación tenía algo de kafkiana: había tantos vehículos guardados en los depósitos que cuando llegaba una grúa cargada con un coche mal aparcado no tenía otra solución que quedarse con el automóvil encima a la espera de que se produjera un hueco. Hasta que esto no pasaba, el operario responsable de esta grúa cargada debía permanecer en la base, mano sobre mano.

La concejal de Policía Municipal, María Tardón, prometió entonces tomar cartas en el asunto atacando el problema en su mismo epicentro: el depósito de Mercamadrid, con capacidad para 3.500 coches, almacenaba 6.500. Eso congestionaba los otros seis depósitos, situados en el casco urbano, ya que lo normal era verter coches desde las bases del centro a la de Mercamadrid. Tardón anunció en marzo el achatarramiento de 3.500 vehículos de este depósito y la habilitación 'provisional' de una nueva base en Puente de Vallecas.

Los vehículos se achatarraron, 'pero no ha servido de nada, porque las bases del casco urbano están ya llenas otra vez', asegura un conductor de una grúa municipal. Este profesional señala que cinco de los seis depósitos del casco urbano (Barceló, plaza del Carmen, paseo Imperial, Orense y Velázquez) se encuentran 'abarrotados, como hace meses'.

A este problema hay que añadir el del depósito de la plaza de Colón, donde la noche del pasado viernes explotó un coche bomba de ETA. El Ayuntamiento también ha prometido ahora que habilitará 'bases de emergencia'; una de ellas, la ya anunciada hace más de seis meses por Tardón en el distrito de Puente de Vallecas.

'Una solución verdadera'

El concejal socialista Eugenio Morales reclamó ayer una 'solución verdadera' al problema de la grúa 'por parte de la concejal de Policía Municipal y responsable de este servicio, María Tardón'. 'El servicio de la grúa se ha vuelto algo completamente ineficaz, debido no a los trabajadores, sino a que éstos no tienen sitio para descargar el coche que han recogido. Si la situación era grave hace unos meses, ahora es mucho peor porque la ciudad cuenta con un depósito menos', señaló el concejal socialista.

Morales recordó que la grúa municipal 'cuesta a todos los madrileños al año más de 1.000 millones de pesetas, que pagan con sus impuestos, y es escándaloso que efectúe tan pocos servicios y sirva para tan poco'.

En 1996, según los datos del Ayuntamiento, las 126 grúas municipales retiraron 156.186 coches (ver gráfico). Al año siguiente la cifra bajó a 150.186. En 1998 volvió a bajar: 110.406 vehículos atrapados. Un año después el número descendió de nuevo: 101.401. En 2000 se llegó sólo a 99.148. Y en los primeros ocho meses de 2001 la grúa municipal ha recogido 44.799 coches. A este ritmo, la previsión es que a final de año se alcance sólo la cifra de 65.657.

El descenso paulatino, pero imparable, en las capturas de la grúa se suma a la también imparable y progresiva bajada en el número de sanciones impuestas por la Policía Municipal en materia de tráfico a lo largo de los últimos años. Los agentes ponen ahora la mitad de multas por 'aparcamiento indebido' que hace cinco años. También han descendido las sanciones por saltarse los semáforos en rojo, ocupar los carriles-bus o estacionar en doble fila.

Todo esto se traduce, según Morales, 'en una cada vez más alta indisciplina de los automovilistas madrileños y una mayor impunidad'. 'Si no se ponen multas, porque no hay policías suficientes en la calle, y la grúa no actúa porque no puede y las bases están completamente colapsadas, pues la gente incívica aparca donde quiere, perjudicando de forma grave al transporte público', añade. 'Y los autobuses circulan cada día más lentos'.

El concejal socialista también reclamó que el Ayuntamiento notifique al ciudadano, mediante un adhesivo pegado al bordillo, que su coche ha sido retirado por la grúa. 'Así se evitará la desagradable sensación de no saber qué ha pasado con su coche cuando no lo encuentra donde lo dejó aparcado', señaló Morales.