Choque generacional

Desde que hace unos años el actor de origen cubano Andy García decidió supervisar más estrechamente sus películas y convertirse en uno de sus productores, ha descendido su ritmo de trabajo. Sólo interviene en películas que controla de principio a fin, dirigidas por debutantes y, por lo general, policiacas. Los límites del silencio es un buen ejemplo de este cine en el que se ha embarcado García. Es un filme policiaco basado en la teoría psicoanalista de que la única forma de curarse, de liberarse de algo, es exteriorizarlo. A partir del enfrentamiento entre un psicólogo y su paciente, nace la historia de este peculiar policiaco, pero para ello los guionistas Miguel Tejada-Flores, sin duda impuesto por Andy García, y Scott Williams han echado mano de una excesiva cantidad de recursos. El psicólogo perdió a su hijo por su culpa y el paciente es un joven de la misma edad con quien llega a confundirlo, mientras entre uno y otro se interpone la hija del psicólogo.

El resultado podría haber funcionado bastante mejor si no se hubiese decidido jugar con todas las posibilidades para llegar al más amplio espectro posible de público. En el enfrentamiento entre padres e hijos que es Los límites del silencio, no sólo se pasa del punto de vista de unos a otros con la mayor facilidad, sino también se trata de describir su mundo, sin olvidar las más tradicionales normas del género policiaco. De esta forma, puede tomarse por un policiaco,

pero también por un choque generacional e incluso una historia de jóvenes. Con todo ello, lo único que se consigue es que la acción se disperse en exceso y el resultado sólo sea un policiaco con demasiadas pretensiones donde se han metido demasiadas cosas.

Productores y presupuesto

Por si fuese poco, como le pasa a la gran mayoría de las películas norteamericanas actuales, da igual que el director sea el casi debutante Tom McLoghlin o cualquier otro. En la medida en que el director no está para dar una visión personal de la historia que tiene entre manos, sino para controlar el rodaje al gusto de los productores y vigilar el presupuesto estipulado. De manera que Los límites del silencio es una película sin entidad propia. No puede negarse que Andy García está bien como actor, mejor que como coproductor, así como el resto del reparto: Vincent Kartheiser, Linda Cardellini, Teri Polo, y que la película se deja contemplar, pero muy poco, o nada, tiene que ver con las obras más interesantes del género.