Wilson y Tom Waits recrean 'Woyzeck'
El montaje convierte la fuerza expresionista de Georg Büchner en imágenes abstractas
Hoy se estrena en el teatro de la Zarzuela, de Madrid, el que posiblemente sea el montaje de mayor envergadura de la XVIII edición del Festival de Otoño de Madrid. Se trata del Woyzeck de Georg Büchner, que dos monstruos del teatro y la música, como el director y escenógrafo Robert Wilson y el cantante y compositor Tom Waits, han convertido en un drama musical por encargo del grupo danés Betty Nansen Teatret.
Woyzeck está considerado como uno de los grandes textos de la literatura dramática universal. Hacía años que la fuerza expresionista de su autor, Georg Büchner (1813-1837), al que se considera el clásico más moderno de la literatura alemana con sus únicas tres piezas dramáticas dejadas a la posteridad, había atrapado a Wilson, (Waco, Estados Unidos, 1941), uno de los directores más emblemáticos del panorama escénico internacional y gran aficionado a sumergirse, y al público con él, en sus imágenes abstractas de inusitada fuerza y simbolismo.
Todo vino más o menos rodado. El Betty Nansen Teatret, uno de los colectivos escénicos más solventes de Dinamarca, lió a Wilson para que dirigiera la obra de Büchner. Todos juntos a su vez liaron al compositor y cantante Tom Waits para que se incorporara al proyecto. Éste a su vez lió a su mujer (lo que debió ser más fácil), la poeta Kathleen Brennan, para que interviniera en la creación de los textos para las canciones. De ahí que la obra se represente una parte en inglés (las canciones) y otra en danés (el texto dramático). No acabaron ahí los enredos, ya que Wilson también lió a una de sus más fieles colaboradoras, la alemana Ann-Christin Rommem, quien terminó por asumir la versión y codirección del espectáculo. Fue ella quien ayer presentó este proyecto en Madrid, ya que no vino Tom Waits, al que no se le espera, ni tampoco asistió Wilson, al que sin embargo cualquier ciudadano de la capital española puede encontrar en una esquina a partir de hoy. Y es que al director tejano le interesaba mucho ver esta pieza en un teatro grande y de belleza clásica, como el de la Zarzuela, ya que la sede del Betty Nansen tiene un escenario muy pequeño.
Woyzeck atrajo a Waits porque en él se habla de la locura, los hijos, la obsesión, el asesinato. 'Todas las cosas que nos preocupan', como dijo hace un año de la obra de Büchner. Una obra que, en cambio, cautivó a Wilson porque no hay en ella nada innecesario y porque considera que cuenta una historia de amor muy extraña y terriblemente contemporánea, a pesar de haber sido escrita hace 164 años.
La obra es, además, un drama político, y en este sentido se pronuncia la actriz Hanne Uldal: 'Nos habla del mundo de hoy, de un hombre que trata de sobrevir frente a una sociedad que aplasta el alma humana'.
Babelia
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