Aznar ordena a la cúpula del Partido Popular 'acabar con esas cosas de la sucesión'
Cascos reitera que el asunto se trate en el congreso y Arenas le rectifica su estrategia con el PNV
El presidente del Gobierno, José María Aznar, fue ayer tajante en la reunión que mantiene los lunes con la cúpula del Ejecutivo y del PP en La Moncloa: 'Hay que dejar ese tema y acabar con esas cosas de la sucesión'. Le entendieron varios ministros y dirigentes del PP y del grupo parlamentario. Pero no Francisco Álvarez Cascos, ministro de Fomento, que ayer estaba en Asturias. Desde su comunidad, Cascos se reafirmó en abrir ese debate que tanto disgusta a Aznar en el XIV Congreso Nacional del PP, convocado en enero, para provocar que repita un tercer mandato.
El secretario general del PP, Javier Arenas, rectificó al ex vicepresidente del Gobierno y ex secretario general del PP y aseguró que esas ideas sobre la sucesión y sobre el trato con el PNV -Cascos propone tender puentes con los nacionalistas vascos- no son la doctrina oficial del partido. Aznar quiere abortar cuanto antes la discusión sobre su relevo para las próximas elecciones de 2004. Pero las palabras de Cascos de este pasado fin de semana sobre la inconveniencia de cumplir esa promesa han trastocado de nuevo los planes del presidente del Gobierno.
Aznar quiso frenar en seco esta deriva de la sucesión en el acto del PP del pasado domingo sobre la familia, al subrayar que 'el barco', el PP, 'y la tripulación' son menos importantes que el objetivo de llevar a España en los próximos años con un proyecto unido y cohesionado hasta una posición de liderazgo en Europa. Aznar ratificó entonces que en su momento hará lo que tiene decidido hacer desde que en la precampaña de 1996 aseguró que no estaría más de ocho años seguidos en La Moncloa.
Aznar, su entorno en La Moncloa y la dirección del PP entendieron que nadie se atrevería ya a continuar con esa discusión en los prolegómenos del XIV Congreso Nacional, fijado para los días 25, 26 y 27 de enero.
La cuestión sobre la sustitución de Aznar quiere abordarse en sigilo durante el verano de 2003 por un grupo reducido de dirigentes de la máxima confianza del presidente y será simplemente ratificado por la Junta Directiva Nacional ese otoño.
El presidente incidió ayer en esa estrategia durante la reunión que celebró, como cada lunes, con su núcleo de confianza. Suelen asistir a estas reuniones, conocidas en el PP como maitines, los vicepresidentes Mariano Rajoy y Rodrigo Rato; Javier Arenas; ministros como Pío Cabanillas, Ángel Acebes, Juan José Lucas; el jefe de Gabinete de Aznar, Carlos Aragonés, y Cascos. El ahora ministro de Fomento se ausentó ayer debido a varios actos públicos que tenía en Asturias. Desde allí, Cascos no rectificó. Tras apuntar que ya contaba con la opinión negativa de Aznar, dijo: 'A nadie le cabe en la cabeza que la figura de un equipo se retire en plenitud de forma, en el momento en que su prestigio es más alto simplemente por una razón de convicciones personales sin tener en cuenta la opinión de los demás'.
Cascos consideró que ahora es el momento 'oportuno' para abordar ese debate y para trasladarle al presidente una reflexión colectiva de la 'inmensa mayoría' del partido y de los compromisarios. Esta idea fue refrendada ayer por algunos veteranos diputados, que no aceptan figurar como meros comparsas en el congreso o en la futura junta directiva que aceptará por aclamación al sustituto. A juicio de Cascos, Aznar debe tomar la decisión definitiva una vez que conozca la opinión de los militantes.
El portavoz del PP en el Congreso, Luis de Grandes, comunicó a los parlamentarios que Aznar no quiere más bromas sobre la sucesión. Fuentes de la dirección del PP indicaron que Cascos y los dirigentes que opinan como él tuvieron la oportunidad de dar a conocer sus ideas hace un mes en la Junta Directiva Nacional que aprobó el orden del día que se seguirá en el cónclave de enero. Pero Cascos aseguró a la Cope: 'Los congresos del PP han sido siempre, y éste no va a ser la excepción, congresos abiertos al debate sin excepciones ni restricciones a los militantes'.
Arenas calificó las manifestaciones de Cascos como 'opiniones personales'. Y también recordó al ministro de Fomento que su propuesta de tender puentes hacia el PNV no procede porque fue ese partido el que rompió relaciones con su 'estrategia excluyentes del Pacto de Estella'.
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