González critica que el PP utilizase la seguridad del Estado en su 'cacería'

El ex presidente del Gobierno Felipe González lamentó ayer, en su comparecencia como testigo ante el tribunal que juzga el caso de los fondos reservados, que se hubiese 'jugado con temas que afectan a la seguridad del Estado' y que cuatro de sus colaboradores que se sientan en el banquillo, entre ellos los ex ministros José Barrionuevo y José Luis Corcuera, estén pagando aún el precio de una 'cacería' dirigida contra él. El ex presidente elogió la 'conducta ejemplar' de sus ex ministros, a los que reiteró su consideración personal.

González contestó al interrogatorio con un tono serio y aplomado, sin concesiones retóricas y manteniendo a raya a los dos únicos letrados que intentaron trasladar el juicio de los fondos de Interior a los gastos reservados de Presidencia. Pero sobre todo, criticó que el PP, partido al que no nombró, hubiese 'jugado con temas de la Seguridad el Estado' rebasando los límites del enfrentamiento político: 'No conozco ningún Estado serio del mundo que jugase con temas de seguridad del Estado. Los Estados bananeros sí, pero no los Estados serios y democráticos', aseguró.

González subrayó que todas las denuncias tenían 'una finalidad política' que perseguía 'judicializar una pelea que durante años ganábamos políticamente'. 'Lo que lamento', añadió, ' es el precio que están pagando los cuatro colaboradores que tengo a mi espalda', en referencia a Barrionuevo, Corcuera , Rafael Vera y José María Rodríguez Colorado. 'Ellos no eran el objetivo de esta cacería. Era yo mismo. Pero lamento más aún lo que para la Seguridad del Estado han supuesto estas cosas', dijo.

A preguntas del defensor de Vera, Manuel Cobo del Rosal, González indicó que no se siguió el procedimiento legalmente establecido para desclasificar los cheques de fondos reservados, una materia clasificada como secreta.

Marcos García Montes, acusador del empresario José María Ruiz Mateos, trató de sacar partido de la declaración de la ex secretaria de González, Pilar Navarro, de que ella pagó gastos de seguridad con fondos reservados. Pero González se mostró tajante: 'Los gastos que llegaban a Presidencia se empleaban en seguridad, no los cobraba una secretaria. Había una unidad de seguridad en Presidencia del Gobierno, en la que podría haber unas 500 personas, que se ocupaba de la seguridad del presidente, de los ex presidentes y de gastos no previstos. No es que de la seguridad se ocupase una secretaria, eso es absurdo. Lo que hacía era atender las peticiones de los servicios especializados en esa función'. Cuando García Montes se interesó por una partida de 28 millones que se habrían destinado a instalación de verjas y blindaje de puertas, González le espetó: 'Es ridículo que el presidente del Gobierno vaya a entrar en esos detalles, compréndalo'.

El abogado de Julián Sancristóbal, José María Stampa, pidió la suspensión del juicio ante las 'revelaciones inesperadas y gravísimas' de que la secretaria de González, Pilar Navarro, no dio cuenta al presidente de su gestión de los fondos. La propuesta sólo logró el apoyo testimonial de García Montes. porque, como alegaron el fiscal y las demás partes, Navarro ya dijo eso durante la instrucción y hace ocho años que todos lo sabían.