Cambiar mucho, para que todo cambie
Desde hoy, hasta el próximo día 25, trataré de hablar con el mayor número posible de personas, entre los miles que trabajan en la Universitat de València. Es todo un mundo, vivo y complejo. Estudiantes, docentes, personas dedicadas a la investigación -en muy diversos campos del saber-, y otras que gestionan la administración y los servicios, hacen funcionar cada día esta Universidad que es la mía.
Si me presento como candidato para regir el trabajo de este gran conjunto de mujeres y hombres, es por tres motivos básicos. En primer lugar, porque amo a la Universitat de València y creo que, con mi trabajo como rector, puedo devolverle algo de lo mucho que le debo, en mi formación como científico y como persona. En segundo lugar, porque quiero una institución que proporcione mejores soluciones a los problemas y las demandas de quienes la forman y le dan razón de ser. Finalmente, porque, como valenciano, me preocupa que la Universitat realice mucho mejor las funciones de motor científico y cultural, de conciencia crítica, que nuestra sociedad le ha confiado.
Los quince dias de la campaña que hoy se abren son una excelente oportunidad para que la comunidad universitaria recupere su debate interno, pero en nada ajeno a los intereses de su entorno, acerca de sus finalidades primordiales, de los medios con que cuenta para alcanzarlas y de las personas que mejor pueden contribuir a ello.
Aun cuando sea éste un proceso impuesto por una normativa que me resulta plenamente insatisfactoria, considero que es necesario abordarlo con la máxima participación por parte de todos, precisamente para dar más fuerza a la voluntad, tantas veces manifestada por nuestra Universidad, y las del resto del Estado, de que se modifique la LOU. La abstención, en definitiva, sólo beneficia a quienes desean que la Universidad pública permanezca dócil y muda.
La LOU obliga a un proceso constituyente. Abordarlo sin complejos, no sólo en aquello que imperativamente la ley obliga a cambiar (y que en cuanto puede afectar a la autonomía y la democracia habrá que procurar efectos mínimos), sino también en todo aquello que la experiencia de dieciséis años de Estatutos de nuestra Universidad aconseja revisar. También en todo aquello que los cambios sociales posteriores a 1985 exigen, especialmente en lo que se refiere al uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, para la docencia y la cultura.
Excepto algunas cuestiones relacionadas con la esencia misma y la identidad de la Universitat de València, los Estatutos de la institución deben ser objeto de examen crítico colectivo. Todas las personas comprometidas en torno a la candidatura que encabezo, consideran que la campaña ha de ser, entre otras cosas, una excelente oportunidad para comenzar un proceso de revisión del proyecto de universidad que hasta ahora teníamos. La primera parte de esta nueva etapa ha de ser la elaboración de unos nuevos estatutos, en cuya discusión nadie quede sin voz.
La mejor manera de emprender esa tarea, sin duda costosa, es que el nuevo equipo de gobierno, derivado de la elección del próximo día 26 de febrero, cuente con una rotunda legitimidad concedida por el electorado, para liderar el cambio.
'Nuevas ideas y nuevas personas' es el lema que nos hemos dado, para concurrir a esta cita electoral con una frase que resuma nuestros propósitos. Y ese lema no se refiere a ideas aventuradas ni gente sin experiencia en la gestión de una gran universidad, como la de Valencia. Significa, por el contrario, que partimos de un programa que ofrece modificaciones sustanciales para la Universidad que deseamos y que, a la hora de realizarlas, contamos con personas y grupos de trabajo alejados de las tramas de poder que lastran la vida académica, y muy capaces de abrir nuevas vías para nuestra institución.
Tal vez las diferencias entre el modelo que proponemos y otros no sean inmediatamente perceptibles por sectores sociales que no viven de forma tan directa como nosotros el día a día de la institución. Durante la campaña, yo y las personas del equipo de gobierno -con una notable presencia de mujeres- que aspiramos a representar a la Universitat de València, queremos hacer un esfuerzo particularmente dirigido a explicar y concretar a la medida de cada centro y cada servicio universitario, el alcance de nuestra propuesta de renovación.
Hemos buscado que esa propuesta sea coherente y abierta. No una suma de promesas electoralistas, sino el resultado de un análisis profundo de necesidades y soluciones. No una panacea elitista, sino una línea abierta de trabajo que se irá desarrollando en el tiempo.
Para ello, hemos recogido aportaciones múltiples, cada día enriquecidas por críticas y opiniones que nos llegan a través de diversos medios, particularmente el correo electrónico (canbaro@uv.es) y la página web (http://www.uv.es/~canbaro/). Para seguir haciendo Universidad, son necesarias la firmeza ideológica, la creatividad y la imaginación. Nuestra candidatura aspira a representar esas cualidades.
Josep Lluís Barona es candidato a rector de la Universidad de Valencia.
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