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Manuel del Valle dimite al frente de la Fundación El Monte

El presidente de la Fundación El Monte, Manuel del Valle, ha puesto su cargo a disposición del nuevo responsable de la entidad de ahorros, José María Bueno, elegido en sustitución de Isidoro Beneroso tras el proceso de renovación de los órganos de gobierno de la entidad que concluyó el pasado diciembre.

Manuel del Valle, en una carta, recuerda que en los últimos meses se ha producido 'un profundo cambio en los órganos de dirección' de la entidad, que, según explica, 'lógicamente influirán en la marcha y orientación' de la Fundación que preside.

Por esta razón, pese a que aún le restan dos años de mandato, Del Valle dice entender que 'los nuevos tiempos posiblemente traerán nuevos modos, estilos y quizás una nueva forma de entender el mecenazgo', por lo que anuncia que pone su cargo a disposición del nuevo presidente para que sea desempeñado por 'alguna otra persona que, sin duda, sintonizará mejor con la situación sobrevenida'.

Sobre la salida de Del Valle se ha venido especulando en las últimas semanas a raíz del relevo de Isidoro Beneroso como presidente de El Monte. Del Valle, que fue alcalde de Sevilla y hombre de confianza del ex vicesecretario general socialista, Alfonso Guerra, ha estado muy identificado con el equipo cesante de la entidad y su sustitución se daba por segura en medios socialistas.

El nombre barajado por el PSOE para dirigir la fundación es el de Ángel López, catedrático de Derecho Administrativo, miembro del Consejo Consultivo y presidente del Parlamento en la segunda legislatura autonómica. Su candidatura ha sido abanderada por el PSOE de Sevilla.

La Fundación El Monte fue creada en 1992 por Beneroso para administrar las líneas principales de la línea social y cultural de la caja. El ejercicio pasado la entidad contó con buena parte de los 12 millones de euros que El Monte destinó a obra social.

La querella de Pino

Por otra parte, el juzgado de Instrucción número 12 de Sevilla ha admitido a trámite la querella por injurias y calumnias que presentó el presidente de la Comisión de Control de Caja San Fernando, Miguel Ángel Pino, contra el supuesto detective Antonio Castellano en relación con el caso del presunto espionaje al que fuera presidente de la entidad Juan Manuel López Benjumea, según informa Europa Press.

Inicialmente la juez archivó la querella porque a la misma le faltaba el trámite que establece la Ley de Enjuiciamiento Criminal respecto a la necesidad de celebrar un acto de conciliación previo entre las partes. Pino presentó un recurso de reforma, al considerar que la querella debía ser admitida a trámite aunque no se hubiese celebrado el acto previo de conciliación, y la juez ahora ha estimado dicho recurso al reconocer que no se puede celebrar tal acto si se desconocen los datos y el paradero de la persona que ha proferido las presuntas injurias o calumnias.

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