Seis centros puntuaron a sus alumnos con generosidad de cara a selectividad

El culebrón de los centros que inflan las notas ataca de nuevo. Dos años después de que Gustavo Villapalos, entonces consejero de Educación, revelase que algunos centros hinchan los expedientes de sus alumnos, el actual viceconsejero, Juan González Blasco, aseguró ayer en la Asamblea que han sido detectados seis centros cuyos expedientes superan por cuarto año consecutivo en 2,5 puntos la nota de sus alumnos respecto a la que obtuvieron en la última selectividad. PSOE e IU exigen que el Gobierno sancione a esos centros.

El viceconsejero de Educación, Juan González Blasco, compareció ayer en la Asamblea para dar cuenta de los resultados del segundo informe que realiza la comisión de coordinación de las pruebas de acceso a la universidad con el objetivo de descubrir aquellos centros escolares que inflan las notas de sus alumnos. Una práctica especialmente fraudulenta desde que el expediente computa el 60% (frente al 40% del examen de selectividad) en la media que se realiza para competir con los estudiantes que quieren acceder a la universidad.

El resultado del informe es el siguiente: los expedientes de seis centros, de los más de 600 que presentaron alumnos al temido examen, superaban en más de 2,5 puntos la nota que luego obtuvieron en selectividad. Y, además, es el cuarto año que presentan este desfase. Sin embargo, el viceconsejero echó mano de la 'prudencia' para no achacar tal disparidad a que los centros -de los que no reveló si eran públicos o privados- inflen voluntariamente las notas de sus alumnos (unos 180 de los 37.000 que se presentaron a selectividad entre junio y septiembre).

No habrá castigo

González Blasco ha trasladado estos datos a la inspección educativa para que desentrañe los motivos de la disparidad en las dos notas. En cualquier caso, descarta imponer una sanción de momento. 'Imagínese que hubiéramos sancionado a los once centros [tres de los cuales eran públicos] que la inspección detectó con este desfase el año pasado. Habríamos acabado arrepintiéndonos, porque luego se demostró que la diferencia de notas se debía a otras causas en el 50% de los casos. En este tema queremos actuar con absoluta prudencia', subrayó el viceconsejero.

Educación esperará hasta la próxima selectividad para estudiar las medidas que va a tomar, ya que será entonces cuando, salvo contadas excepciones, el alumnado de selectividad será homogéneo, ya que desaparece el antiguo COU. 'El tener dos sistemas educativos puede haber distorsionado los datos del informe', explicó González Blasco.

De hecho, según el primer informe que realizó la Consejería de Educación en abril de 2001, los ocho centros privados que puntuaban con generosidad eran academias que impartían COU. Es decir, tenían un alumnado residual y repetidor que había ido de centro en centro hasta lograr aprobar el curso antes de poder presentarse a la selectividad. En cambio, los tres institutos (todos ya con bachillerato) que también presentaban este desfase fueron descartados de la lista de sospechosos porque alegaron el excesivo 'rigor' en la corrección del examen de selectividad.

Aun así, los argumentos de Gozález Blasco no convencieron ayer a la oposición, que ha visto cómo después de que hace dos años el anterior consejero, Gustavo Villapalos, desvelara a bombo y platillo esta práctica fraudulenta y prometiera poner orden -tras una pregunta de la diputada socialista María Dolores Rodríguez Gabucio-, los responsables educativos han ido reduciendo a su mínima expresión el número de colegios que presumiblemente regalan las notas a cambio de conseguir alumnos que entrarán más fácilmente en la selectividad. La investigación comenzó en 2001 sobre 72 centros (37 institutos y 35 colegios privados), se redujo a 28, y el informe final tan sólo contabilizó 11 centros; finalmente, esta cifra se dejó en seis.

'Falta contundencia'

La diputada socialista Rodríguez Gabucio criticó que Educación no facilite a la Cámara los nombres de los centros que inflan las notas detectados -algo a lo que se comprometió Gustavo Villapalos y nunca hizo- y denunció la falta de 'decisiones correctoras, claras y contundentes' contra estos colegios. El anterior viceconsejero de Educación, Juan Carlos Doadrio, también aseguró que era necesario esperar un año más para imponer sanciones, que podrían llegar a la retirada de la licencia necesaria para tener actividad de centro educativo.

Franco González, portavoz de Educación de IU en la Asamblea, también criticó muy duramente al viceconsejero: 'En vez de castigar a los culpables, la Consejería de Educación se dedica a buscar argumentos para minimizar esta práctica fraudulenta. Y eso es una actitud irresponsable porque estos centros están vulnerando la posibilidad de que los estudiantes compitan en igualdad de condiciones para entrar en la universidad', argumentó el portavoz.

González Blasco calificó todas estas críticas de 'imprudentes' y aseguró que, si finalmente los datos se contrastan, Educación 'estudiará las posibilidades de sanción que permite la legislación vigente'. 'Desde luego, no nos vamos a quedar de brazos cruzados', agregó, 'pero antes se tiene que demostrar la acusación que parece tener tan clara la oposición'.