Interior investiga si tres de los etarras arrestados en Francia colocaron el coche bomba frente al Bernabéu

El Ministerio del Interior investiga si tres de los cinco miembros de ETA detenidos el jueves en Niort (Francia) fueron los autores del atentado con coche bomba perpetrado el pasado miércoles frente al estadio Santiago Bernabeu horas antes del partido Madrid-Barcelona y del que afectó a la sede madrileña de Repsol YPF hace 15 días. Así lo anunció el vicepresidente primero y titular de Interior, Mariano Rajoy, tras la sesión del Consejo de Ministros de ayer.

Las sospechas de Interior recaen sobre Javier Abaunza Martínez, -número tres del aparato militar de ETA, tras José Antonio Olarra y Ainhoa Múgica, según Rajoy-, Lexuri Gallastegi Martínez y Manex Zubiaga Bravo por su anterior vinculación al comando Madrid, pero también porque poseían documentación falsa con domicilio en la capital de España. Además, el coche que los miembros de ETA utilizaron para escapar tras el atentado del miércoles, y que posteriormente hicieron estallar en la calle de Embajadores, fue robado en Francia.

'Comando itinerante'

No obstante, Rajoy mantuvo la prudencia, a expensas de una investigación más avanzada, antes de sacar la conclusión definitiva sobre la posibilidad de que exista un comando itinerante de ETA que llega a Madrid, actúa y regresa a su lugar de origen o si, por el contrario, lo que hay en la capital de España es más bien un comando estable con todas sus consecuencias. En todo caso, el ministro aseguró que los cinco detenidos en Niort preparaban diversos atentados para cometer en España de forma inminente.

Para resaltar la importancia de las detenciones, Rajoy recordó que dos de los detenidos -Gallastegi y Zubiaga- habían pasado el jueves, horas antes de que se conociesen los arrestos, a engrosar la lista europea de organizaciones y personas ligadas al terrorismo, y recordó que Abaunza ya formaba parte de la primera lista de terroristas de la Unión Europea.

Los otros dos detenidos en Niort son, según reveló Rajoy, Anartz Oiarzabal y Ángel María López Anta. El primero de ellos, donostiarra, de 25 años, estaba reclamado judicialmente desde que en julio de 2001 apareció su documentación en un apartamento en Torrevieja (Alicante), donde murió su compañera sentimental, Olaia Castresana, al estallar una bomba que preparaba.

López Anta, bilbaíno de 26 años, había formado parte del comando Bolueta de ETA, junto con Óscar Calabozo y Unai Bilbao, detenidos hace unos meses, a los que se les imputa la colocación de un coche bomba en el barrio de Neguri, en Getxo, según la información de Interior.

El ministro del Interior resaltó, a modo de valoración política, la importancia de la colaboración de Francia en la lucha contra el terrorismo. Pero se negó a pronunciarse sobre esta campaña de ETA que ha llevado al consejero de Interior del Gobierno vasco, Javier Balza, a decir que la banda terrorista, en estos momentos, 'está más cerca de un Hipercor [un atentado con el que la banda asesinó a 21 personas en Barcelona en junio de 1987] que de una tregua'.

El vicepresidente primero, en su valoración política, dio mucho más importancia a la operación del juez Baltasar Garzón contra Batasuna que a la detención en Francia de los cinco miembros de ETA.

'Sin entramado económico y sin empresas es imposible que ETA pueda actuar como lo ha hecho a lo largo de los últimos años. Eso creo que es mucho más positivo que decir si ETA está más cerca de un Hipercor', dijo.