Una eficaz inyección de cemento
La vertebroplastia percutánea es un tratamiento alternativo para las fracturas
La vertebroplastia percutánea es una intervención mínimamente invasiva que consiste en la inyección de cemento acrílico dentro de una vértebra fracturada para endurecerla y aliviar el dolor que provoca. Ocho años después de su introducción en España, la técnica recibe la aprobación de los expertos.
La osteoporosis y determinados tipos de tumores pueden producir una disminución progresiva de la masa ósea en la columna vertebral. El debilitamiento de las vértebras puede inducir su hundimiento y la aparición de fracturas que, aunque no revisten un riesgo vital para el enfermo, sí merman su calidad de vida y le provocan un dolor intenso. 'Las fracturas por compresión del cuerpo vertebral se asocian con algún grado de dolor en el 84% de los casos', explica Antonio Pérez Higueras, jefe del Servicio de Neurorradiología de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid.
El cemento acrílico proporciona a la vértebra la fuerza que ha ido perdiendo
'Frecuentemente provocan un dolor agudo e incapacitante que produce una gran limitación para el desarrollo de las actividades diarias de los pacientes. Por lo general, el tratamiento con reposo y analgésicos es efectivo en el 85% de los casos en un periodo de dos a 12 semanas. En los demás casos el dolor persiste y se hace necesario el uso de narcóticos'.
Para estos pacientes más graves, la vertebroplastia percutánea es un tratamiento alternativo a los narcóticos que permite erradicar el dolor de forma definitiva en casi el 90% de los casos. El cemento acrílico proporciona a la vértebra la fuerza que ha ido perdiendo a causa de una osteoporosis, una metástasis o un hemangioma vertebral.
En primer lugar, hay que realizar una exploración para determinar que, efectivamente, el dolor se debe a una fractura por compresión de las vértebras y no a otras patologías, como una hernia discal. La selección estricta de los pacientes favorece el éxito de la intervención. Una vez identificadas las vértebras afectadas, se introduce una cánula desde la espalda hasta llegar a cada una de ellas, donde se inyecta el cemento compuesto por un material inerte no biológico llamado metilmetacrilato.
'El cemento, que se encuentra en estado líquido, deja de poder ser inyectado a los 10 minutos, se solidifica completamente media hora después de ser introducido y adquiere la dureza definitiva en 24 horas. La intervención dura media hora y en un día el paciente puede estar ya fuera del hospital', explica Juan Macho, del Servicio de Neurorradiología del hospital Clínico de Barcelona.
En el caso de las metástasis, la vertebroplastia está indicada en aquellos pacientes en los que el dolor no responde al tratamiento con radioterapia o en los que existe riesgo de hundimiento de las vértebras. La vertebroplastia trata el dolor pero no cura el cáncer, por lo que el paciente deberá seguir sometiéndose a la radioterapia mientras así lo indique el oncólogo. En todo caso, la vertebroplastia es compatible con el tratamiento del tumor, ya que la radioterapia no interfiere en las propiedades mecánicas del cemento, y éste no altera la capacidad curativa de la radiación. No obstante, algunas experiencias indican que el cemento inyectado en la vértebra ayuda a tratar el cáncer.
'Con la vertebroplastia percutánea no sólo consolidamos la vértebra, sino que también conseguimos lentificar el crecimiento tumoral. Todavía no sabemos muy bien por qué, pero parece que el cemento, al polimerizar, aumenta la temperatura y, de alguna manera, altera el ciclo biológico celular', dice Macho.
A diferencia de otras intervenciones destinadas a tratar las fracturas óseas como la osteosíntesis o la colocación de prótesis metálicas, el metilmetacrilato no provoca ninguna reacción de rechazo por parte del organismo. Esto, unido al hecho de que se trata de una técnica mínimamente invasiva, limita las complicaciones. El problema fundamental que puede surgir durante la realización de una vertebroplastia percutánea es que el cemento líquido escape hacia zonas no deseadas. Las fugas más peligrosas son las que invaden los pulmones o el canal medular y que pueden causar una embolia pulmonar o una lesión neurológica respectivamente. Sin embargo, estas complicaciones ocurren sólo en el 1% o 2% de los casos.
A la luz de los buenos resultados obtenidos con el tratamiento del dolor causado por las fracturas vertebrales, se están ensayando aplicaciones en otras zonas axiales que hayan perdido masa ósea, como la cadera. El objetivo final es utilizar la vertebroplastia percutánea no sólo para tratar las fracturas, sino también para evitarlas.
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