La apertura de los túneles de Artxanda marca un hito en los accesos a Bilbao

A las 20.30 de ayer, el primer vehículo particular recorrió los túneles de Artxanda, el nuevo acceso a Bilbao construido cien años después de que se surgiera la primera idea. Los tres pasos subterráneos, el proyecto que más expectación ha suscitado en Bilbao tras el Guggenheim y el metro, fueron inaugurados a mediodía por 500 invitados. El diputado general, Josu Bergara, dijo que la autovía, la primera de pago en Euskadi y que ha costado 96 millones de euros para tres kilómetros, simboliza la 'nueva Vizcaya en fase de renacimiento'.

Los discursos inaugurales incidieron en el principal fin de la nueva carretera: la mejora de la comunicación viaria en la capital vizcaína. Este proyecto es el segundo de la llamada Solución Norte, impulsada por las autoridades provinciales para desatascar los saturados accesos por el sur, a través de la autopista A-8. 'Responde a la necesidad de reequilibrar la accesibilidad a Bilbao. Ahí nace la idea de retomar el proyecto', señaló José Félix Basozaba, quien se refería a los poco más de 100.000 vehículos diarios que entran y salen por el norte del total de 324.000 coches de cada jornada. 'Se incorpora a la Solución Norte, que será una realidad el año que viene', comentó Josu Bergara.

La máxima autoridad vizcaína manifestó que los túneles de Artxanda cumplen un 'viejo sueño que parecía imposible' -se han sucedido 23 proyectos anteriores desde 1894- y que atribuyó a la férrea voluntad de la sociedad vizcaína. 'Es el triunfo de la voluntad frente a la adversidad y demuestra que no hay nada que detenga a un pueblo en marcha'. Consideró que simboliza la 'nueva Vizcaya en fase de renacimiento social, cultural y económico'.

Seguridad

Bergara, al igual que el presidente de la empresa concesionaria, destacó los accesos rápidos que ofrece el vial, pero también la seguridad. 'Se modificó el proyecto para incluir tres galerías de evacuación entre los dos principales túneles'. Además de estos pasos, existe un circuito cerrado de televisión, con cámaras cada 100 metros dotadas de un sistema de detección automática de incidentes que avisa sobre un vehículo parado, anormalmente lento o un incendio.

La expectación por el proyecto reunió a partir de mediodía en la explanada del Txorierri, donde se ubican las cabinas de peaje, a medio millar de invitados. La Diputación estuvo prácticamente al pleno, con Bergara y nueve de sus diez diputados, y destacó, por lo inhabitual en estas inauguraciones, la presencia del presidente del PNV, Xabier Arzalluz. La curiosidad se desbordó por la tarde, cuando un gran número de vehículos, a los que se sumaron incluso viandantes, esperó desde antes de las 20.00 a la apertura de los túneles. Fue a las 20.30 cuando los primeros coches (los camiones no pueden recorrerlos) pudieron traspasar el monte.

Un viaje por el interior de los tres túneles evidencia que en apenas un minuto -aunque la limitación de velocidad es de 80 kilómetros/hora- se pueden atravesar cada uno de ellos, de los que uno (entre La Salve y Deusto) está libre de pago. Se calcula que entre Sondika y Bilbao sólo se necesitarán cinco minutos y se pagará entre 0,90 y 1,25 euros para recorrer un kilómetro de túnel.

El alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, quien también estuvo acompañado por la mayoría de sus concejales, elogió la rapidez de conexión con el aeropuerto, aunque auguró problemas de tráfico en los próximos días.

Los túneles han cambiado el acceso entre los barrios de Deusto y Begoña, que desde ayer se realizará a través del único de los tres pasos que carece de peaje. Además, queda cerrado definitivamente el vial lateral que enlaza La Salve con Alameda de Mazarredo y que discurre junto al Guggenheim.