'El mundo del arte no tiene fronteras'
El valenciano Vicente Todolí, de 43 años, es el hombre de moda en el ámbito artístico mundial tras ser nombrado el miércoles director del prestigioso museo Tate Modern de Londres a partir de 2003. Su aval: su trabajo como jefe artístico del IVAM y como director del Museo Serralves de Oporto. Los medios británicos, informa Lourdes Gómez, respaldaron en general la elección de Todolí, al que califican de visionario y como uno de los comisarios más destacados de Europa, si bien The Times expresó algunas reservas.
Pregunta. ¿Su elección es una prueba más de la internacionalización del mundo del arte?
Respuesta. Sustituyo a un sueco [Lars Nittve], y el camino avanza cada vez más en ese sentido.
'No me alegra ver un museo muy vacío, pero tampoco uno muy lleno'
'En España, generalmente, los nombramientos están en manos de políticos'
P. Sin embargo, en el Reino Unido se han expresado algunas reticencias, por ejemplo, en The Times.
R. No sé. The Times tiene una línea conservadora. Pero el mundo del arte no tiene fronteras, ni idiomas, ni tribus. También hubo gente en Portugal que me dijo a la cara que por qué un español... Respondí que por el mismo motivo que el Barça contrató entonces a Baía o Figo en Portugal.
P. ¿A qué pueden responder esas reticencias?
R. Quizá responden a intereses corporativos o quizá a una mentalidad funcionarial.
P. ¿Es su nombramiento un respaldo también a la labor museística en España?
R. Más que nada es un reconocimiento al Museo Serralves y al IVAM. Todos los proyectos en que he trabajado siempre tienen una visión internacional, no localista. Creo que se han valorado estas cosas también.
P. ¿Contactó con la Tate a raíz de la exposición que dedicó a Juan Muñoz, con quien mantenía una estrecha amistad?
R. Aquélla fue una gran exposición en un lugar mítico, en el Hall de las Turbinas. Ya conocía al equipo de la Tate, pero pude entrar más en contacto.
P. ¿Es partidario de organizar grandes exposiciones populares para atraer al público, o de exposiciones más de investigación?
R. Una cosa no excluye la otra. Una exposición tiene que sacar a la luz siempre aspectos desconocidos del artista o aportar puntos de vista diferentes. Los dos tipos son complementarios. A diferencia de la televisión, no se programa para la audiencia, sino con la audiencia. No me alegra ver un museo muy vacío, pero tampoco muy lleno.
P. ¿En España está muy politizado el mundo de los museos?
R. Los nombramientos generalmente están en manos de los políticos. Cada cambio de Gobierno provoca relevos, lo que impide la continuidad y los planes a largo plazo. Y los consejos rectores o de administración son designados también por los políticos.
P. ¿Qué importancia le da a la colección del museo?
R. La colección es el corazón y el sistema circulatorio del museo. Se debe exponer el arte que se quiere coleccionar, y coleccionar lo que se quiere exponer.
P. Tal y como está el mercado de caro, ¿es posible ahora conformar una buena colección?
R. Hay precios inaccesibles para las instituciones públicas. Pero con un presupuesto razonable se puede hacer una buena colección, apostando por el arte de ahora y cubriendo las zonas de sombra que siempre hay en el mercado sobre algún artista consolidado. Es necesaria la complicidad con el sector privado, con incentivos fiscales, como las donaciones en EE UU. Pero en el sur de Europa estamos muy lejos.
P. ¿Qué opina de los grandes proyectos arquitectónicos para un museo?
R. Los políticos proponen a veces edificios monumentales sin dotarlos de contenido. Ahora también se busca el flash para atraer la atención, al modo de las pirámides de Egipto. Pero siempre ha de haber unos contenidos, unos objetivos definidos.
P. ¿Tiene preferencias por alguna tendencia del arte?
R. Veo el arte como una disciplina individual, a no ser que los propios artistas se unan en movimientos como el Dadá, por ejemplo. Supongo que las etiquetas son prácticas para ordenar las ideas. Valoro al artista, no si es figurativo o abstracto.
P. ¿Tiene alguna cuenta pendiente?
R. Sobre todo no haber sido autorizado a instalar la colección del IVAM en la que trabajé. Y también la decisión de cerrar la sala de El Carme [ayer se cerró para dar paso a un museo del siglo XIX], que forma parte del proyecto original del IVAM. No fue provisional, como se dice. Es una medida estalinista que persigue borrar el pasado de una sala espléndida que a los artistas les encanta.
Babelia
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