La comisión de calidad apuesta por la compatibilidad en el Born

La comisión de calidad de Urbanismo de Barcelona determinó ayer que considera viable la compatibilidad de la biblioteca provincial y los restos arqueológicos bajo la cubierta de Fontserè, en el antiguo mercado del Born. Los mismos expertos, reunidos en julio del año pasado, desanconsejaron la construcción de dicha biblioteca por considerar que interfería en 'la expresividad estructural' del edificio.

La comisión de calidad de Urbanismo de Ciutat Vella se reunió ayer por la mañana para analizar el estudio de adaptación de la biblioteca provincial en el Born realizado por los arquitectos Rafael de Cáceres y Enric Sòria, que estuvieron presentes en la reunión. A la misma acudieron casi todos los miembros de la comisión, presidida por Josep Antoni Acebillo y en la que figuran Lluís Clotet, Elias Torres, Àngel Llobet, Juan Navarro Baldeweg, Narcís Comadira y Enric Satué. Estos dos últimos se han incoporado al grupo recientemente. La arquitecta Beth Galí no pudo asistir por encontrarse de viaje, aunque se manifestó contraria al documento y se ratificó en las posiciones mantenidas hace un año.

'La comisión subscribe el criterio de que es posible alcanzar grados satisfactorios de compatibilidad entre las tres exigencias presentes en el proyecto: el respeto al concepto espacial del edificio del Born, un programa de Biblioteca Provincial y la conservación sustancial de las ruinas históricas', se afirma en el documento ahora redactado. La comisión aconseja que se encargue un nuevo proyecto para cuya redacción sugiere tres criterios para que los arquitectos los tengan en consideración.

El primero de ellos se refiere a la idea inicial de que la biblioteca y los restos estén conectados visualmente. 'Será seguramente conveniente distensionar la convivencia entre los tres elementos en juego respetando una cierta independencia de sus lógicas formales', escriben. El segundo punto se refiere a la convivencia de la biblioteca y los restos en relación al espacio actual considerando que la cimentación que se ha realizado ya de los pilares del edificio industrial otorga mayor peso visual a los restos situados en la nave central que a los que se hallan en las laterales.

La tercera recomendación es la que tiene mayor calado. Hace referencia a la superficie de la biblioteca. Para que los arquitectos 'puedan trabajar con un cierto margen', consideraría positiva 'una cierta disminución de la superficie prevista, que no afecte a su consideración como biblioteca provincial'.

Esta comisión, integrada por los mismos miembros -salvo el escritor Narcís Comadira y el diseñador Enric Satué- y coordinada igualmente por el arquitecto jefe de Barcelona, Josep Antoni Acebillo, ya estudió el proyecto de biblioteca en el Born en julio del pasado año. En aquella ocasión, cuando aún no se había excavado el yacimiento, consideró que la biblioteca interfería en 'la expresividad estructural' del edificio de Fontserè y desaconsejó su construcción. En aquel momento, el dictamen de la comisión no se hizo público y no modificó los planes de las administraciones al respecto. Ahora, sin embargo, la misma comisión ve viable no sólo la compatatibilidad entre el viejo mercado y la biblioteca sino la de estos dos elementos con el yacimiento arqueológico.

Tanto el Ayuntamiento de Barcelona como la Generalitat de Cataluña están en estos momentos a la espera de una reunión que debe convocar el Ministerio de Cultura en los próximos días para discutir el tema. El ministerio es quien debe encargar el nuevo proyecto de biblioteca, pero antes de hacerlo ha solicitado poder debatir las diferentes alternativas con las otras dos administraciones.

La preocupación en estos momentos entre vecinos, historiadores, bibliotecarios y arqueólogos, cada uno desde sus propias posiciones, es que el conflicto se eternice en un equipamiento que ya lleva retrasos históricos.

Las administraciones, sin embargo, no parecen tener prisa y prefieren sopesar todas las alternativas.