Lluís Pasqual afirma que Edipo 'es el hombre, con todas sus miserias y grandezas'
El director prepara un montaje sobre la tragedia de Sófocles para el Grec y Mérida
'Si existe una desgracia superior aún a otra desgracia, ésa la alcanzó Edipo', dice en Edipo rey, abrumado por su destino, el propio protagonista. 'De Edipo y su tragedia mucha gente retiene sólo que mató a su padre, se acostó con su madre y dio nombre a un complejo', reflexiona el director teatral Lluís Pasqual (Reus, 1951), que presentará en el festival Grec (16 a 18 de julio) y luego en el de Mérida (25 a 30 del mismo mes) un espectáculo sobre el personaje, Edipo XXI. Pero Edipo, recalca, es mucho más, 'Edipo es el hombre, con todas sus miserias y grandezas'.
Edipo XXI, que tiene como protagonista al gran actor argentino Alfredo Alcón y entre sus intérpretes a Jesús Castejón (Creonte) y Vicky Peña (Antígona-Yocasta), es, explica Pasqual, 'en un 90%, las dos tragedias de Sófocles sobre el personaje, Edipo rey y Edipo en Colono , con un epílogo de unos minutos en el que, para unir la obra clásica con el inmediato presente, he añadido un trozo del texto de Jean Genet Cuatro horas en Chatila, escrito tras su visita al campo de refugiados justo después de la matanza perpretrada por las milicias libanesas. En ese texto he encontrado el referente contemporáneo, con la misma temperatura emocional, del Sófocles de hace 2.500 años'. También hay en Edipo XXI otros pequeños fragmentos de Eurípides y de Esquilo.
¿Por qué Edipo? No parece descabellado hacer una lectura psicoanalítica, vistos los problemas que atraviesa en los últimos tiempos Pasqual con el Teatre Lliure, el colectivo del que fue fundador y del que es el principal representante internacional. Pasqual, digustado por cómo se ha conducido el traslado del Lliure a su nueva sede, no ha puesto los pies en la misma y no ha dirigido esta primera temporada, ni lo hará la próxima.
Qué mejor que un Edipo para evacuar tensiones familiares. 'Es posible', ríe el director, 'pero yo soy poco de psicoanálisis; lo probé, como pruebo todo, pero acabaron echándome. Yo cada vez intento poner menos de mí mismo en mis montajes. En todo caso, Edipo es como el i ching, algo que te responde cualquier pregunta. De todas formas, el proyecto de Edipo lo empecé a preparar antes de la crisis del Lliure; quizá estaba escrito que iba a pasar eso, y es verdad que existe el destino'.
¿Qué pretende explicar Pasqual con Edipo? 'Para mí, lo importante es tratar de que salga a flote lo profundo de los textos. Edipo explica la historia del hombre, el ser que arrastra una culpa y tiene una obsesión suicida por el conocimiento y la verdad. Esa verdad le lleva, como a Hamlet más tarde, a la muerte. Eso sucede cuando el hombre conoce la verdad. Y Edipo es el hombre, con todas sus miserias y grandezas. No hay más secreto'.
Sentimientos
A la pregunta de cómo hay que hacer hoy una tragedia griega, Pasqual responde: 'Como la hacían ellos; para los griegos, era una mezcla de espectáculo teatral y ceremonia cívica. Hay una historia y hay que llenarla de sentimientos'. El director insiste en que la tragedia griega no es algo 'acartonado' ni 'impostado'. La tragedia 'habla de cosas muy concretas, como lo hace Shakespeare -en el que encontramos su eco-; no tiene nada que ver con esa falsa Grecia áulica de las excavaciones del XIX y la arqueología francesa. Con el coro de Edipo en Colono, me ocurrió que me hacía reír. Se lo comenté a Irene Papas y me dijo que sí, que ése es el efecto que produce el coro de esa obra. Hay que quitar mucho polvo y retórica que se han acumulado sobre las tragedias griegas. Hay que devolverles su humanidad. Es cierto que hay un estilo, una épica, pero lo fundamental, insisto, es rebajar, limpiar las adherencias de siglos, y volver a llenar con las emociones que están en los textos originales. Volver a oír la voz profunda y conmovedora de los textos'. Preguntado por la frase que más le conmueve de Edipo, Pasqual dice: 'Depende del día; ayer fue una de Antígona: 'Habían conocido la felicidad, hoy todo eso ya no existía'.
El propio Pasqual, que estudió siete años de griego, se ha encargado de la versión de los textos.
Lluís Pasqual, que ha montado productora propia (Acrópolis) para hacer su Edipo, junto con Concha Busto y en coproducción con los festivales Grec, de Mérida y de Otoño de Madrid, dirigirá hasta cuatro espectáculos musicales el año que viene: Mariana Pineda, con la bailaora Sara Baras; Le conte d'Ory, para el festival Rossini de Pesaro; Doña Francisquita para el Teatro de la Zarzuela, y Peter Grimes, de Britten, en el Liceo.
Babelia
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