Aznar celebra en Euskadi el aniversario de las primeras elecciones y confiesa que en 1977 votó por Suárez

El PP presumió ayer de su firmeza y capacidad de resistencia ante el terrorismo convocando el único acto de homenaje de un partido democrático al 25º aniversario de las primeras elecciones libres desde 1936 en el País Vasco. Y lo hizo horas antes de la manifestación apoyada en Bilbao por el PNV y Batasuna contra la Ley de Partidos. José María Aznar y Jaime Mayor Oreja centraron sus críticas en el PNV por apoyar esa marcha. El presidente, además, quiso subrayar con el gesto de su presencia que ni el Gobierno ni el PP darán marcha atrás en su reto: 'Uno es como es y a mí me podrán romper la cara, que ya lo han intentado, pero nadie me va a decir nunca que no la doy'.

El mensaje de Aznar estuvo en su asistencia a un acto menor en escenografía (apenas 200 militantes en un hotel de lujo de Vitoria) pero desbordante de símbolos. Habló primero Santiago Abascal, el presidente actual de Nuevas Generaciones en Euskadi, que tenía un año cuando se celebraron las elecciones constituyentes de 1977. Abascal constató que lleva tres años con escolta sin disfrutar de la democracia. La emoción fluyó con la imagen y las palabras entrecortadas de Pilar Elías, única concejal del PP en Azkoitia, municipio gobernado por el PNV, y viuda de Ramón Bagliato. El asesinato de su marido, en los ochenta, resume el drama del PP vasco. Bagliato había salvado en su día a un niño, Cándido, de la muerte en un atropello y años más tarde se atribuye a esa misma persona su asesinato.

Aznar y Mayor se empaparon de esos testimonios. El presidente presumió en ese contexto de dar la cara y 'asumir' sus 'responsabilidades donde la democracia española tiene problemas'. Recordó que en las elecciones votó por primera vez y lo hizo por Adolfo Suárez como la gran esperanza para el cambio del país, y equiparó 'la continuidad de esa obra democrática' ahora a los ediles vascos del PP.

Aznar ocupó la mayor parte de su intervención en valorar la constancia del ejemplo de integridad de sus concejales, pero para contraponerlo al comportamiento del PNV. Fue a los responsables del PNV que se limitan a dar pésames todos los días a las verdaderas víctimas de ETA a los que ayer exigió 'que no se trata de hacer llevadera la resistencia, sino de acabar con la agresión'.

Aznar corroboró en esa línea que el nacionalismo vasco 'se ha dado cuenta' de que puede insultar al PP y equipararles con los verdugos porque han caído en que 'el victimismo rinde frutos políticos siempre que sea un victimismo sin víctimas'. Aznar remachó: 'Y no tienen rubor en organizar hoy, precisamente hoy, no un acto de homenaje a la democracia, sino una manifestación del brazo de Batasuna, de la que dijeron, claro que era en fechas electorales, que no querían saber nada, aunque era para conseguir unos votos más'. Aznar aventuró que nadie moverá al Partido Popular de su compromiso con la democracia tampoco en los próximos 25 años.

Mayor Oreja resaltó 'la rebelión democrática de las víctimas' y de los militantes del PP de Euskadi, porque son los únicos que celebraron ayer el aniversario de 1977, 'cuando han sido los únicos que no han disfrutado de ninguna prebenda del poder' y han tenido que vivir más de la mitad de este periodo democrático entre la clandestinidad y la semiclandestinidad.

El ex ministro del Interior, y uno de los candidatos más destacados a suceder a Aznar, subrayó más tarde que los responsables del PNV habían preferido estar ayer con 'Josu Ternera y Arnaldo Otegi' en Bilbao como cómplices de la 'gran mentira histórica', en la que se atreven a hablar de fusilamientos de Aznar como en la época de Franco, 'cuando los únicos fusilamientos que existen no son en Madrid, Sevilla o Albacete, sino en el País Vasco'.