La UE da 40 millones a Rabat para controlar a los inmigrantes

El primer ministro marroquí, Abderramán Yussufi, aprovechó ayer la estancia en Bruselas para expresar sus 'temores' y su 'gran preocupación' porque en la cumbre de Sevilla se manejó la posibilidad de que la UE castigara a los países que no colaboren con Europa en la lucha contra la inmigración ilegal, según señalaron personas presentes en las entrevistas que mantuvo en la capital comunitaria.

En su visita, la Comisión Europea le comunicó que Marruecos dispondrá, como una primera aportación, de 40 millones de euros para reforzar sus fronteras e impedir el paso hacia Europa de inmigrantes clandestinos.

Yussufi ha realizado una visita bilateral de dos días a Bélgica, pero en Bruselas se entrevistó también con el secretario general del Consejo de la UE, Javier Solana, y con los comisarios de Exteriores y de Interior, Chris Patten y Antonio Vitorino, respectivamente. Al manifestar sus 'temores', el dirigente marroquí se refería a hipótesis defendidas por el español José María Aznar, el británico Tony Blair y el italiano Silvio Berlusconi, quienes hasta la cumbre de Sevilla apoyaron la posibilidad de revisar los créditos o dejar en suspenso acuerdos de cooperación con países que no colaboren en la lucha contra la inmigración ilegal.

Los Quince rebajaron finalmente esas hipótesis, sobre todo por las presiones de Francia y Suecia, y pactaron tomar 'medidas' frente a esos países, con lo que rebajaron la posibilidad de que España usara un arma más concreta frente a Marruecos. Visto el acuerdo final en Sevilla, Yussufi se declaró 'satisfecho' porque en la capital andaluza se pasó 'de una atmósfera de inquietud' al triunfo 'de la sabiduría y la moderación'.

Refuerzo de fronteras

En ese contexto, y en su entrevista con Patten, se acordó que 40 millones de euros del programa europeo MEDA (ayuda al desarrollo en el Mediterráneo, que cuenta con 426 millones para el periodo 2002-2004) se destinen al refuerzo de las fronteras marroquíes, especialmente las marítimas. Se trata de una primera aportación, que será empleada sobre todo para adquirir equipos y sistemas, mientras en julio se desplazarán a Marruecos técnicos europeos para analizar el problema. 'Somos conscientes de la gravedad de la situación', comentó Yussufi a uno de sus interlocutores, 'pero no queremos una Europa fortaleza'.

Patten le insistió en que Europa necesita la inmigración y en que ningún líder europeo habla de 'castigos' o 'sanciones', pero que una eficaz lucha contra la ilegal favorecerá una mejor gestión de la legal. Antes de fin de año, la UE y Marruecos firmarán un acuerdo de readmisión de clandestinos.

Yussufi también comentó en Bruselas que su Gobierno desea que el embajador marroquí regrese a Madrid 'lo antes posible', pero esta cuestión no fue abordada en sus entrevistas. Sí trató con Solana la crisis de Oriente Próximo, la colaboración marroquí contra el terrorismo internacional, la cooperación entre los países del sur del Mediterráneo o incluso el contencioso del Sahara. En este último punto, el secretario general del Consejo le reiteró la posición europea de que debe ser la ONU la que pilote el proceso negociador.