Convenio para acabar el MNAC
Las tres instituciones firmaron ayer el último convenio de financiación
El 18 de julio de 1997 se inauguró la sección de arte gótico del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC). Han pasado cinco años exactos y ayer, por fin, se firmó el convenio tripartito entre el Ministerio de Cultura, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona que garantiza la finalización total de las obras de rehabilitación del centro. Las obras habían comenzado en febrero de 2000 con las aportaciones de las instituciones catalanas.
La demora en esta firma, y en la finalización de las obras del museo, se debe a cuestiones políticas. Tras la inauguración de la sección de gótico, empezaron las negociaciones para financiar la última fase. Siempre ha habido acuerdo previo en el sentido de que las obras las pagaban a partes iguales las tres instituciones, pero el Ministerio de Cultura pedía a cambio tener un representante en el patronato del museo. En un primer momento la Generalitat se opuso a ello, si bien a finales de 2001 aceptó que tres representantes del Gobierno central participaran en el patronato aunque técnicamente son nombrados por el Gobierno autónomo. La reforma de los estatutos, también muy laboriosa, y esta negociación fueron retrasando la firma del convenio hasta el punto de que a finales de 1999 el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat acordaron adelantar sus respectivas partes para iniciar las obras de consolidación del edificio que aún quedaban pendientes. Esta fase está a punto de finalizar y en pocos meses comenzará la última, correspondiente a la arquitectura y museografía, que permitirá situar en el museo las colecciones del Renacimiento y el Barroco, y acomodar los fondos del Museo de Arte Moderno, con obras de los siglos XIX y XX, así como la Biblioteca de los Museos.
Para esta última parte se han presupuestado 39,1 millones de euros, que serán aportados a partes iguales por las tres instituciones. El Ministerio de Cultura realizará una aportación proporcionalmente mayor que la de las otras dos instituciones en los próximos tres años para compensar la parte que no asumió en la fase precedente.
La firma del convenio se celebró ayer en la sala de los ábsides de Sant Climent de Taüll del museo y contó con la presencia de la ministra de Educación y Cultura, Pilar del Castillo; el alcalde de Barcelona, Joan Clos, y el consejero de Cultura, Jordi Vilajoana, entre otros representantes institucionales. Tras la firma, la ministra lamentó que este museo, que calificó de 'uno de los mejores del mundo en arte románico', no tuviera la proyección internacional que se merece. 'Tendremos que realizar acciones conjuntas para darlo a conocer tanto en el resto de España como en el entorno internacional, y cualquier acción encaminada a conseguirlo contará con el apoyo del ministerio'.
Vilajoana, por su parte, confirmó que se han iniciado conversaciones con Carmen Cervera para que la colección Thyssen, que actualmente se exhibe en el monasterio de Pedralbes, se instale en el MNAC en una sala independiente y que paralelamente también se negocia que una parte de la colección privada de la baronesa, la de pintura catalana de finales del siglo pasado, pueda exponerse también en el museo. Esta negociación aún es muy incipiente, si bien el contrato de depósito en el monasterio de Pedralbes acaba en 2003 y se confía en resolverlo antes de esta fecha. Esta posibilidad, que supondría un incremento importante de la colección del museo, condiciona también el discurso museográfico, por lo que éste aún no se ha presentado oficialmente.
La ministra y el consejero de Cultura se refirieron también al conflicto que mantienen con relación a los fondos catalanes del Archivo de la Guerra Civil de Salamanca. Pilar del Castillo recordó que la comisión mixta de historiadores no llegó a un acuerdo sobre los documentos susceptibles de ser devueltos, por lo que han emitido dos informes. Uno ha sido redactado por los dos historiadores designados por la Generalitat -Joan B. Culla y Borja de Riquer- y el otro por los designados por el ministerio, Antonio Morales y Carlos Dardé. Vilajoana elogió el trabajo de los primeros y calificó de 'magnífico' su documento, que, aseguró, espera 'que sea valorado como se merece por el patronato'. La ministra, acto seguido, aseguró que el documento de sus colegas Morales y Dardé también es 'magnífico'. 'El problema no tiene que ver con la profesionalidad de los historiadores, sino con la disparidad de criterios', aseguró Del Castillo.
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