Chávez y Uribe intentan zanjar la tensión entre Venezuela y Colombia

La alfombra roja, las escoltas de la Casa Militar y las notas de la banda de honor: el presidente electo de Colombia, Álvaro Uribe, fue recibido ayer en Venezuela con los honores de un mandatario en ejercicio, a pesar de no entrar en funciones hasta el 7 de agosto, según cuenta el periódico venezolano El Nacional. Ese 'gesto de buena voluntad' del presidente venezolano Hugo Chávez, analiza el diario, se inscribe en una 'nueva onda' destinada a 'cuidar al máximo las relaciones con Colombia'.

'Necesitaríamos al menos un retiro espiritual de 10 días para discutir todos los asuntos que interesan a nuestros países', bromeaba Uribe, elegido con la promesa de demostrar mano dura con la guerrilla. Esas declaraciones, citadas por el periódico colombiano El Tiempo, dan la medida de la tarea que espera a Colombia y Venezuela: nada más que reconstruir las relaciones bilaterales, fuertemente deterioradas en los últimos años.

La frontera común de 2.200 kilómetros ha cristalizado las tensiones. Chávez, criticado por Bogotá y por la propia oposición venezolana, ha sido acusado de mantener una actitud ambigua, incluso permisiva, frente a la guerrilla colombiana. Segundo punto de fricciones: Colombia dio asilio en mayo a Pedro Carmona, el empresario que asumió la presidencia durante 36 horas tras el golpe de Estado del 12 de abril contra Chávez.

La liberación hace una semana del empresario venezolano Richard Boulton, secuestrado durante dos años por los paramilitares colombianos, contribuyó, sin embargo, a mejorar las relaciones. La visita de Uribe, quien viajó acompañado de su ministra de Exteriores y de María Ángela Holguín, nombrada embajadora en Venezuela, debía durar sólo seis horas, pero permitirá 'revisar las relaciones, los problemas comunes y aclarar todo lo que haya que aclarar' entre ambas naciones, comentó Chávez, según la agencia Efe.

La relación entre ambos mandatarios es 'lo que más preocupa' a los empresarios de estos países vecinos, aseguró a El Nacional el presidente de la Cámara Venezolana Colombiana, Juan González. El comercio binacional representó 2.500 millones de dólares el año pasado, pero bajo un 25% en el primer semestre de 2002.

La apertura en la capital venezolana de una Oficina para Iniciativas de Transición (OIT) estadounidense, similar a la que actuó en Perú después de la salida de Fujimori, según ese mismo diario, dará razón a los que consideran a Chávez como un 'elemento perturbador' y no le auguran mucha longevidad política. Otros, negando que el país se encuentre en una etapa de transición gubernamental, no ven en la OIT sino una prueba más del intervencionismo de EE UU en los asuntos internos latinoamericanos.