Teatro para todos los gustos

El teatro de calle en la Aste Nagusia se está convirtiendo, por derecho propio, en una alternativa muy interesante dentro del ya variado programa de fiestas. Este año, como novedad, las compañías que participan en las fiestas tienen un espacio fijo en la plaza del teatro Arriaga, donde el Ayuntamiento ha colocado, además, dos gradas que se añaden a la escalinata de la plaza. Todos los días hay representaciones a las 9 de la noche y a la una de la madrugada. El público cubre la escalinata y las gradas, incluso el suelo.

Pedro Ormazábal, de la comisión de festejos del Ayuntamiento, calcula que en la primera sesión suele haber entre 2.000 y 3.000 personas. A la una de la madrugada puede haber algo menos, aunque la plaza se sigue llenando.

En años anteriores el teatro de calle era más itinerante, no tenía un espacio fijo. Las compañías se repartían por distintos puntos del Casco Viejo. El público las veía si pasaba por allí, casi por casualidad. 'Con este nuevo espacio fijo en el Arriaga pretendemos que la gente lo tome como referente, que sepa que aquí puede disfrutar de un espectáculo diferente', dice Ormazábal.

El martes le tocó el turno a la compañía catalana Desastrosus Cirkus con su espectáculo Bajo la Carpa del Cielo, una obra sin diálogos, por lo que el componente visual es fundamental, como afirma Joan López, director del grupo. Los números en el pequeño trapecio dejaron boquiabiertos a mayores y pequeños, que llenaban al completo la plaza del Arriaga. Y es que su obra reúne todos los elementos clásicos del mayor espectáculo del mundo: desde juegos malabares, cuerda floja hasta bola de equilibrio. Todo ello cargado de humor música y poesía. El director de la compañía estaba encantado con el nuevo espacio en la plaza, y es que éste es el cuarto año que acude a la Aste Nagusia. 'La forma semicircular en la que queda colocado el público es perfecta para ver el espectáculo, casi parece la carpa de un circo', cuenta Joan López, que lleva más de trece años recorriendo las ciudades con su compañía.

No es sólo circo lo que se puede ver estos días ante el Arriaga; el programa es de lo más variado: desde espectáculos de magia hasta números musicales de claqué, pasando por compañías que mezclan elementos pirotécnicos. Eso sí, todas las obras tienen en común el humor y la interacción con el público que permite el tener la calle como escenario. Ormazábal señala que para el año que viene la idea es mantener este espacio fijo e incluso decorarlo de una manera especial, para que así se convierta en el referente concreto del teatro de calle en la Semana Grande.

Hoy actuarán en la plaza las compañías Teatro Tempero y Capitán Maravilla, a las 21.00 y 1.00, respectivamente. La primera ofrecerá un espectáculo acrobático de luces y música en directo. Ya de madrugada, los espectadores conocerán a un nuevo superhéroe, cuyo principal objetivo es velar por la diversión de su público.

La única pega del nuevo espacio es la orientación de las gradas, que deberían estar más pegadas a la escalinata. 'El próximo año ya tendremos experiencia', apunta Pedro Ormazábal, optimista ante la buena acogida que están teniendo las compañías por parte del público.