Dilemas en ojo ajeno
En respuesta al artículo El dilema de Ezker Batua, publicado el pasado martes por el portavoz del PSE-EE en las Juntas Generales de Vizcaya, debo decirle a Josu Montalbán que no es aconsejable, y creo que lo sabe, tratar de solucionar los problemas o dilemas propios ocupándose en resolver los supuestos problemas ajenos. No sólo no es terapéutico, si no que además resulta poco edificante desde el punto de vista ético.
Yo comprendo la dificultad a la que alude Montalbán declarándote crítico con la decisión tomada por su partido, y la de miles de socialistas vascos, tras la resolución tomada en el Parlamento del Estado con el aval del PSOE. Pero éste es un problema que deberían resolver ellos y, como yo lo respeto, me abstendré de responder descalificando a su secretario general y al partido al que representa Montalbán.
La estrategia seguida por el PSE desde el rechazo del llamado plan Ardanza y la posterior firma de los reiterados pactos con el PP, supone una ruptura de la trayectoria política de esa parte del socialismo vasco que representa el PSE. La estrategia del acuerdo, búsqueda del diálogo y no¡rmalización política que, entre otras cosas, se concretó en más de 10 años de gobierno con el nacionalismo vasco, ha sido sustituida por la confrontación e instrumentalización política del terrorismo que hoy practica el PP con el soporte de PSOE. Por cierto, no por ello voy a acusar a los socialistas de pronacionalistas vascos, como hace Montalbán con tan poca legitimidad en este caso.
Las consecuencias de este cambio para la sociedad vasca están a la vista, tanto en lo político como en lo social. Y en el ámbito político las vamos a padecer sobre todo quienes pensamos, no sé si él también, que la legitimación del terrorismo es repudiable tanto ética como políticamente y su instrumentación partidaria un dislate político de proporciones mayúsculas. El terrorismo como tal es fascismo y, por lo tanto, prepolítico.
EB-U es, como sabe Montalbán, una organización federada a IU con autonomía de actuación política en Euskadi y con un proyecto compartido en el ámbito del Estado. ¿No le gustaría poder decir lo mismo del PSE? Sus decisiones no obedecen a caprichos de nadie, como tampoco supongo que las que toma el PSOE obedecerán a caprichos de su secretario general. Las afirmaciones que hace en este sentido sabe que son inciertas y tal vez sólo pretenden desgastar a una formación de izquierdas que debería ser, en todo caso, un contrario electoral, pero nunca un rival político. Empezaríamos a volvernos locos si convertimos a partidos que representan a la izquierda en contendientes políticos y compartimos estrategias comunes con la derecha más rancia. ¿No cree Montalbán que este dilema también merece tu atención?
En fin, este país necesita hoy más que nunca sumar y tender puentes para reforzar el espacio del diálogo político por la paz y la resolución de los conflictos. Este es el auténtico reto que hoy tiene la izquierda en este país. Aquí no sobra nadie y por el momento falta el PSE. Yo creo que éste es el verdadero dilema al que merece la pena que se le busque, cuanto antes, una solución.
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