Tres detenidos por falsificar recetas de la hormona del crecimiento

Tres personas han sido detenidas en Madrid en una actuación conjunta de la Consejería de Sanidad y el Grupo de Investigación de la Seguridad Social (GISS) tras comprobar que habían falsificado recetas para la obtención de medicamentos que potencian la hormona del crecimiento. Según informó ayer la Comunidad de Madrid, este fármaco tiene un precio de venta al público de 324,9 euros y está sufragado por el Sistema Nacional de Salud, por lo que el paciente únicamente abona 2,64 euros.

El alto precio de este medicamento y su posible utilización para otros fines distintos de los terapéuticos, tales como el aumento de la masa muscular, condicionan la falsificación de recetas para su obtención.

La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, a través de la Dirección General de Farmacia y Productos Sanitarios, puso en marcha en el mes de agosto una investigación ante la sospecha de posible falsificación de recetas de medicamentos que potencian la hormona del crecimiento.

En cuanto se tuvo conocimiento del robo de dos sellos de dos Áreas de Inspección de Madrid el pasado mes de julio, la Dirección General de Farmacia y Productos Sanitarios alertó al Grupo de Investigación de la Seguridad Social.

Asimismo, solicitó la colaboración de las oficinas de farmacia a través del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid, instando a los titulares de las mismas a que extremaran las medidas de precaución antes de proceder a la dispensación de recetas en las que se prescribiera la hormona de crecimiento.

Con colaboración de las farmacias, se evitaron varias dispensaciones de recetas falsas al ser detectadas antes de entregar el medicamento, lo que se puso en conocimiento del Grupo de Investigación de la Seguridad Social, que procedió a la detención de tres personas, aunque la investigación sigue abierta.

Volumen muscular

La somatotropina, conocida como hormona de crecimiento, es un fármaco que se utiliza para solucionar problemas de crecimiento y también, incorrectamente y de manera ilegal, para incrementar el volumen de los músculos.

Precisa ser utilizada bajo estrictos controles sanitarios y para su financiación por el Sistema Nacional de Salud, el tratamiento debe ser aprobado por un Comité Asesor, en el que se comprueba que el medicamento es adecuado para el paciente y se realiza un seguimiento de su utilización.

Además, la receta debe ser visada por la Inspección de Servicios Sanitarios previa a su dispensación por las farmacias, y su uso fraudulento no sólo supone un elevado perjuicio económico, sino que puede traer importantes perjuicios en la salud de las personas que lo utilizan sin control. Entre otros efectos se cuentan alteraciones metabólicas graves, diabetes, y atrofia de las manos y huesos de la cara.