Palacio cree que tras las elecciones mejorarán las relaciones con Rabat

La ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, evitó ayer seguir metiendo el dedo en la llaga en la tensión diplomática con Marruecos y mostró su confianza en que tras las elecciones celebradas en el país norteafricano, las relaciones vuelvan a la normalidad. 'Es por lo que España está trabajando desde hace tiempo', dijo. Palacio pidió a Rabat que no busque 'explicaciones conspiratorias' detrás de la cancelación de la entrevista prevista en Bruselas entre el canciller marroquí, Mohamed Benaissa, y el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi.

'Las instituciones tienen sus agendas, los presidentes de esas instituciones tienen sus agendas. Son cosas que suceden y no hay que buscar ni hacer alardes de buscar explicaciones conspiratorias', argumentó. La titular de Exteriores aseguró en esta línea que España no pretende 'europeizar' el contenciso con Marruecos: 'España es la UE', recordó.

Pese a las acusaciones lanzadas desde el Ejecutivo alauí contra las supuestas maniobras españolas para boicotear el encuentro de Benaissa con Prodi, Palacio confía en que con el nuevo Gobierno marroquí, y gracias al 'impulso' que representan las elecciones,se vuelvan a establecer 'los niveles de relación' entre los dos países para que se pueda 'entrar en una fase de diálogo constructivo' y 'abordar los problemas reales que hay que abordar con urgencia'.

La Comisión Europea negó, por su parte, que el Gobierno español esté presionando para impedir un encuentro del ministro Benaissa con el presidente Prodi. Es más, el portavoz del Ejecutivo comunitario anunció ayer que Romano Prodi recibirá 'encantado' a Benaissa el 15 o el 16 de este mes en Bruselas, porque la relación con Rabat 'es excelente'. La 'agenda' sigue siendo la única razón que ha hecho imposible ese encuentro durante esta semana, reiteró el portavoz.