Álex de la Iglesia, Martínez Lázaro y Daniel Monzón ensalzan las composiciones de Roque Baños

Los mejores directores españoles hacen cola para que les ponga música a sus películas. Se atreve con todos los géneros, ha compuesto la banda sonora de 25 filmes, quienes trabajan con él le juran fidelidad eterna y uno de los grandes estudios de Hollywood le tira los tejos. Es Roque Baños. Nació en Jumilla (Murcia) hace 34 años y lo descubrió Emilio Martínez Lázaro en Carreteras secundarias (1997). El compositor, saxofonista y director de orquesta se pusó anoche al frente de la Sinfónica de Sevilla para interpretar sus propias obras, dentro del Encuentro Internacional de Música de Cine. Álex de la Iglesia, Daniel Mozón y Martínez Lázaro son algunos de sus incondicionales que estuvieron ayer en Sevilla para glosar sus virtudes.

'La música es el 50% de un plano y en algunos momentos, más', afirmaba ayer Álex de la Iglesia, quien descubrió a Roque Baños en Carreteras secundarias, la película de Emilio Martínez Lázaro y decidió 'casarse' con él. La música de Muertos de risa (1999), La comunidad (2001) y 800 balas (2002), todas de De la Iglesia, la firma Roque Baños.

El compositor, que estudió en los conservatorios de Murcia y Madrid y en 1992 obtuvo una beca para el prestigioso Berklee College de Boston (Estados Unidos), cuna de grandes del jazz y compositores de cine, dirigió anoche a la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla y al Coro Cajasur de Córdoba en el teatro de la Maestranza. El concierto, titulado La música espectacular del cine español, es el último del XVI Encuentro Internacional de Música de Cine que organizan la Diputación de Sevilla y el teatro de la Maestranza.

Además de los tres directores españoles que acompañaron ayer al compositor en Sevilla y loaron la versatilidad y la capacidad narrativa de su música, Baños ha creado las bandas sonoras de Torrente, el brazo tonto de la ley, de Santiago Segura; Segunda piel, de Gerardo Vera; Una pareja feliz, de Francésc Betriú, y tres películas de Carlos Saura, entre otras. 'Me sumerjo muy profundamente en cada una de las películas. Aunque alguna gente no lo crea, nunca he solapado dos historias. Hasta que no estoy 100% conforme con una partitura, no sigo con otra. Este año tuve que hacer esperar a Álex de la Iglesia porque aún no había terminado con El robo más grande jamás contado, de Daniel Monzón', comenta Roque Baños, quien ha trabajado también para producciones extranjeras como el thriller británico Sexy Beast, de Jonathan Glazzer, y está en negociaciones para firmar un contrato con el estudio Dreamworks de Hollywood.

'Cuando oí por primera vez la música de Carreteras secundarias me pareció lo mejor que se había hecho en España por su capacidad de orquestación y su sonido impecable que recuerda a los grandes maestros norteamericanos. Roque consigue narrar lo que ocurre en la pantalla como si fuera el confidente del espectador. Lo asombroso de su música es que forma parte de la imagen, la hace más comprensible y emocionante, no es algo que se añade como la nata a un pastel', explicó De la Iglesia.

'Hacer música de cine es dificilísimo. Ha habido muchos compositores buenos que lo han tenido que dejar porque las condiciones son muy duras, los productores los apremian demasiado y además su trabajo no se aprecia', comentó Emilio Martínez Lázaro, para quien Baños ha escrito la música de Al otro lado de la cama, la película más taquillera de este año, y La voz de su amo (2000).

Los directores contaron ayer cómo la colaboración con Roque Baños ha cambiado sus esquemas de trabajo. 'En mis dos películas le he pasado el guión, incluso antes de comenzar el rodaje ya había compuesto el tema central de El robo... Cuando estoy en la fase más ingrata del montaje, siempre pienso que Roque está detrás para engrandecer la película. La verdad es que se ha convertido en un compañero indispensable', comenta Daniel Monzón, autor de El corazón del guerrero.

'El eclecticismo sinfónico, aprendido de los grandes maestros como Jerry Goldsmith o John Williams, es fundamental en la trayectoria de Roque Baños y en 17 años que dura este programa no se ha presentado nunca un compositor tan arropado por sus directores', añadió ayer Carlos Colón, coordinador del encuentro.

'No hay un género en el que me sienta más cómodo. Hacer música de cine supone amoldarte a las necesidades de cada película', concluye el compositor.