25 municipios han cambiado de alcalde en la actual legislatura
Tres alcaldes del PP y uno del PSOE han tenido o tienen causas judiciales pendientes.- Los partidos han mostrado firmeza a la hora de expulsar de sus filas a algún correligionario
El periodo político que comenzó con las elecciones de marzo de 1999 ha sido agitado para 25 de los 179 municipios de la región, es decir, para el 14%. Estos pueblos han visto cambiar de manos el bastón de mando en al menos una ocasión en los más de tres años de legislatura, aunque cinco de ellos, por motivos diversos, han superado esta cifra y han llegado a tener tres alcaldes durante este periodo.
Desde las últimas elecciones, y casi siempre debido a mociones de censura, los socialistas han perdido cuatro alcaldías, y al menos tres más al haber expulsado de sus filas a los regidores de su partido, como en Meco, Humanes y Villaconejos. Pero, a la vez, el PSOE se ha hecho con las alcaldías de tres municipios gracias a otras tantas mociones promovidas por sus ediles. El PP, por su parte, consiguió llegar al gobierno de Tres Cantos a través de una moción de censura contra el PSOE, aunque la alcaldía está actualmente en manos de María de la Poza (Tres Cantos Unido).
En términos globales, la legislatura ha sido menos favorable para los populares, que han perdido seis alcaldías, casi siempre por mociones de censura presentadas contra ellos por independientes y socialistas, o por ambos grupos coaligados. Durante el primer año de legislatura, entre julio de 1999 y julio de 2000, concejales del PP realizaron en al menos tres ocasiones una maniobra extraña, en algunos casos con el apoyo de la dirección del partido y en otras sin él, que llevó a concejales del partido a presentar mociones de censura contra alcaldes de su propio partido. Fue el caso de Boadilla del Monte, Valdemanco y Griñón.
IU ocupa hoy cuatro alcaldías (una más que al inicio de la legislatura, al haberse hecho en agosto de 2000 con la de Villaconejos).
Algunos regidores se han visto inmersos en procesos judiciales que sólo en una ocasión han llevado a una dimisión y al consiguiente relevo al frente del Ayuntamiento: la alcaldesa de Chinchón, Ana María Magallares, del PP, dimitió el mes pasado tras ser condenada por prevaricación [dictar una resolución injusta a sabiendas de que lo es].
Magallares fue condenada en febrero de 2000 por prevaricación al no convocar en 1998 un pleno, cuando estaba obligada a hacerlo. La sentencia fue ratificada por el Tribunal Supremo en julio pasado, pero, a pesar de que la condena la inhabilitaba para ejercer un cargo público durante ocho años, la alcaldesa no presentó su dimisión hasta el pasado octubre.
Pero no es ésta la única causa judicial en la que Magallares está o ha estado inmersa. Tanto ella como su sucesor, el actual alcalde de Chinchón, Francisco José Grau (PP), están investigados por presunta prevaricación y coacciones por paralizar una obras a la empresa constructora Punor. Ésta asegura que la paralización escondía 'intereses personales'.
Otros dos alcaldes del PP están actualmente inmersos en procesos judiciales. José María Cepeda, regidor de Aranjuez y vicecretario general del PP, ha sido acusado en una querella de la Fiscalía de Madrid de integrar, junto con otros dos concejales, 'una trama económica que ha favorecido a empresas constructoras'.
El otro regidor del PP, Francisco Acedo, de Torres de la Alameda, ha sido demandado por un constructor por un presunto intento de cobro de comisiones ilegales para facilitar la construcción de 600 chalés en el municipio. Hace unos meses, el concejal de Urbanismo de Torres en la anterior legislatura acusó también a Acedo de otro presunto cobro de comisiones. El alcalde no ha sido expulsado de las filas del PP, cuyos máximos dirigentes le apoyan porque creen que las acusaciones contra el alcalde proceden de una 'persona resentida'.
En cuanto al PSOE, uno de sus regidores, el de Fuentidueña de Tajo, tiene una causa pendiente por haber anulado a una empresa, de forma presuntamente irregular, la concesión de la gestión de una residencia de ancianos.
Los socialistas también han tenido hasta hace poco en sus listas a algún alcalde problemático. El regidor de Humanes, Adolfo Álvarez Sojo, expulsado recientemente del PSOE por su enfrentamiento directo con algunos miembros de su equipo (los socialistas salieron del gobierno municipal después de la explusión del partido de Álvarez Sojo), ha estado implicado en diversos incidentes.
Álvarez Sojo, policía local en excedencia, acusado de 'personalista' por los miembros de su corporación, se vio envuelto en una pelea callejera durante las fiestas del pueblo en la que resultaron heridos dos jóvenes. En junio pasado, además, Sojo fue acusado de atropellar a un policía cuando éste participaba en una manifestación.
La expulsión de Álvarez Sojo es una muestra de que los partidos han impuesto firmeza a la hora de expulsar de sus filas a algún correligionario, aunque éste fuese alcalde. Durante esta legislatura se ha impuesto, además, el pacto contra el transfuguismo suscrito en 1998.
El PP, en cumplimiento de todo ello, ha expulsado de sus filas a seis ediles. El PSOE ha hecho lo mismo con ocho de los suyos. En Meco, por ejemplo, los socialistas echaron a sus tres concejales, entre ellos el alcalde, Santiago Barranco, por formalizar un pacto de gobierno en agosto de 2001 con los tres concejales populares del municipio, entregándoles a éstos algunas concejalías. Lo mismo ocurrió en Villaconejos, donde el PSOE suspendió de militancia a su alcalde, Daniel Caballero, por apoyarse en el PP para llegar a la alcaldía.
Mociones de censura
Aunque la gran mayoría de los cambios de regidor se debieron a mociones de censura, ha habido también otros motivos diversos. El alcalde de Majadahonda, Ricardo Romero de Tejada, renunció a su cargo para ocupar el puesto de secretario general del PP en la región, lo que le convierte en el número dos. En Fuenlabrada, el socialista José Quintana renunció hace dos semanas a su puesto, en el que llevaba 15 años, y cedió el testigo a Manuel Robles.
En otros dos municipios, Alcorcón y Meco, el cambio de alcalde se debió a motivos más trágicos. Joaquín Vilumbrales (PP), regidor de Alcorcón, murió sólo dos meses después de acceder al cargo, siendo relevado por su compañero Pablo Zúñiga. Antonio Llorente (Unidad de Meco) falleció de un infarto durante la celebración de un pleno en agosto de 2001. Fue relevado por el socialista Santiago Barranco, recientemente expulsado de su partido.
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