La Eurocámara vota que se otorgue mayor peso en la UE a las regiones
El PP descalifica al PSOE y afirma que se pone en riesgo la Unión
La votación del informe sobre el papel de las regiones en la UE originó ayer en Bruselas fuertes tensiones entre los eurodiputados del PP y del PSOE. Con el apoyo de los socialistas y la oposición de los populares, el informe votado en la Comisión de Asuntos Constitucionales del Parlamento Europeo no sólo demanda que las regiones participen más en la toma de decisiones de la Unión. Además, les da poder para que recurran ante el Tribunal de la Unión, les permite "adaptar" la aplicación de la legislación europea y recuerda que el Tratado permite que las regiones intervengan directamente en el Consejo de la UE.
El informe había sido elaborado por el presidente de la citada comisión, el italiano Giorgio Napolitano. Por parte del PP llegaron a votar hasta seis parlamentarios, cuando sólo dos de ellos -Iñigo Méndez de Vigo y José María Gil Robles- son titulares de la comisión. Los otros cuatro acudieron como sustitutos de eurodiputados de otros países, pero no fueron suficientes y perdieron las votaciones más importantes. Por el PSOE, los titulares son Carlos Carnero y Enrique Barón, pero éste estuvo ausente y Carnero sólo contó con el apoyo puntual de Juan de Dios Izquierdo.
Desde las primeras votaciones de las 170 enmiendas, quedó claro que una mayoría de los 28 eurodiputados presentes deseaba ir más lejos, incluso, que el informe de Napolitano, al margen de algunas enmiendas nacionalistas que planteaban propuestas ajenas a la estructura de la Unión. En esa mayoría estaban incluidos los socialistas, los liberales, los verdes e incluso algún parlamentario alemán del Partido Popular Europeo (PPE).
Enmiendas polémicas
Fueron aprobadas las dos enmiendas más polémicas. Una, presentada por el liberal británico Andrew Duff (14 votos frente a 12), propone que "las autoridades regionales y locales" puedan "adaptar la aplicación de la legislación de la UE (...) pero respetando el derecho de la Unión en su integridad y la coherencia de la política de la UE". Méndez de Vigo afirmó que decisiones de ese tipo son "incongruentes" y "pueden conducir a la ruptura del mercado interior y, en definitiva, suponen el final de la UE". El PSOE no apoyó la enmienda.
La segunda corrección polémica (13 votos frente a 12) fue presentada por los socialistas Jo Leinen (alemán) y Hans-Peter Martin (austriaco). Propone que, "para la defensa de sus derechos", las regiones puedan presentar recursos ante el Tribunal de Justicia de la UE, una facultad que hoy sólo tienen en casos que les afecten directamente. El propio autor del informe considera que esta enmienda desvirtúa su documento y confió en que el pleno de la Eurocámara la rectifique antes de enviar el informe a la Convención sobre el Futuro de Europa.
Aunque las propuestas maximalistas de algunos nacionalistas fueron rechazadas, la aprobación de esas dos enmiendas hizo temer lo peor a los populares españoles. Méndez de Vigo propuso no realizar la votación final del conjunto del texto. La propuesta no fue aceptada y el informe quedó aprobado por 18 votos a favor (alemanes, incluidos los del PPE; socialistas, liberales, verdes y nacionalistas como el gallego Camilo Nogueira o el escocés Neil MacCormick) y 10 en contra (cinco del PP, además de algunos franceses e italianos).
Tras la sesión, Méndez de Vigo invitó a los socialistas a rectificar en el pleno y emplazó al secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, "porque sus correligionarios han demostrado que no tienen modelo de Europa o que no saben lo que dicen". Carnero respondió que el PP está trasladando a Bruselas "una tensión y un dramatismo inaceptables; primero nos acusan de querer acabar con la unidad de España y ahora de que queremos acabar con la unidad europea por ser coherentes con el Estado de las autonomías".
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