"Creo que antes se vestía mejor"

Pregunta. Empieza la nueva temporada. Primero, París; luego, Gaudí y Cibeles. ¿Cómo lo ve?

Respuesta. Con bastante entusiasmo. Aunque el consumo esté contenido.

P. Y usted sigue aferrado al negro. ¿Porque es el color del chapapote?

R. [Ríe]. Lamentablemente tenemos que sufrir esa desgracia, pero pongo el mismo entusiasmo que en el proceso creativo para salir aldelante.

P. ¿Qué lugar ocupa en la moda española?

R. Quizá no soy yo quien deba decirlo. Llevo muchos años intentando ser coherente y honesto y emocionar al consumidor.

P. Dígame un personaje público que sea muy hortera vistiendo.

R. ¿No cree que eso es comprometido? Yo estoy obligado a ser tolerante con los criterios y los gustos de la gente.

P. No me sea gallego.

R. ¿Quiere que me tiren de las orejas? Yo soy un diseñador que circulo por los entornos madrileños como díscolo. Y eso me ha costado que Ana Botella no venga a mis desfiles, o que se discuta si debo estar por aquí.

P. ¿Tiene complejo de enfant térrible?

R. No, pero sé que ha habido malintencionadas informaciones sobre mi forma de ser, y eso ha creado un mal rollo.

P. ¿En Cibeles son todos los que están?

R. Ni son todos los que están ni están todos los que son.

P. ¿Está para los leones?

R. Pues en estos momentos casi sí. Hay polémicas y tensiones.

P. ¿Es partidario de unificarla con Gaudí?

R. Y que se quede Cibeles. Es la pasarela que tiene más posibilidades. Pero no vale la pena insistir en ello. Es muy lícito que Cataluña quiera tenerla.

P. ¿La moda española es como para tirar cohetes?

R. No, pero creo que tiene muchísimas posibilidades de convertirse en un referente de primer orden en el mundo.

P. Sigue trabajando el lino, con todo lo que se arruga.

R. Precisamente por eso. Porque es cuando está bien.

P. No me diga más: la arruga es bella.

R. Es una frase afortunada de mi colega Adolfo [Domínguez].

P. ¿De verdad creen ustedes que la gente se va a poner todo lo que presentan en pasarela?

R. Hombre, estamos obligados como diseñadores a provocar, y a tratar de estimular también el divertimento.

P. ¿Se imagina a alguien en el autobús con esa tuniquilla suya metida en la entrepierna, con ambos muslos al aire?

R. Por supuesto que no, porque no es para ir en el autobús. Esa modelo necesitaría un gran coche y un chófer.

P. ¿Hay mucho cuento en la moda?

R. Menos del que la gente se imagina. Hay mucho esfuerzo, mucho trabajo y mucho rigor.

P. Cite un diseñador extranjero.

R. Giorgio Armani.

P. ¿Qué es para usted el cuerpo?

R. Un referente para mi trabajo.

P. ¿Cuál es el top de la elegancia en España?

R. ... Es un panorama triste. Pero podría ser Rosario Nadal. No es como para decir una rotundamente. Aunque hay un cambio sustancial de un tiempo a esta parte.

P. ¿Viste mejor el PP que lo que vestía el PSOE?

R. No. Creo que antes se vestía mejor.

P. Dijo que quería que el hombre que llevara su ropa fuera ambicioso, exigente y tierno. ¿Tiene mucho cliente así?

R. Cada vez vendo más, lo cual no quiere decir que todos tengan esas características.

P. ¿Usted se viste de Roberto Verino?

R. Noventa y nueve por ciento.

P. ¿En Galicia es el mejor?

R. No. En estos momentos, el mejor por éxito indudablemente es Zara.

P. ¿El mejor o el más avispado?

R. Bueno, pues eso: el más avispado. Su éxito no es para nada discutible.

P. ¿Se puso a producir vino porque con la aguja no llegaba a fin de mes?

R. No. Es un auténtico placer el compartir como hobby el vino en un mundo tan seductor como es el de la moda.

P. ¿Su vino es de alta costura?

R. Sin ninguna duda.

P. ¿Ha necesitado alguna vez ponerse ciego con sus caldos para crear un modelo?

R. El vino tiene la particularidad de que uno nunca llega a ponerse ciego con él.

P. O sea, que siempre es poco.

R. Siempre es poco.