Jakob Dylan trae de nuevo a Madrid su rock clásico

A pesar de que ya tengan varios discos y una carrera iniciada hace casi 15 años, no habrá mención a los californianos The Wallflowers que no recuerde que su líder, Jakob Dylan, es hijo del gran Bob. La banda vuelve a Madrid para presentar su disco Red letter days, pero no es la única visita de peso. De Cuba llega Issac Delgado, renovador del son y la salsa; de Detroit, Jeff Mills, guru de la electrónica, y de Suecia, Opeth, para dar aire fresco al metal. Por parte española destacan Suburbano y sus canciones de piratas, el original flamenco de El Bicho y los sonidos de Alcohol Jazz y Pedro Iturralde.

- Las estrellas de fuera. A Jakob no le nombrarían siempre a su padre si no fuera porque éste es todavía una figura capital de la música popular mundial. Pesa ser hijo suyo, porque Bob Dylan es uno de los grandes mitos musicales del siglo XX, y cualquier cosa que haga alguien de su misma sangre se verá bajo la mirada de la comparación. Es muy posible que Jakob, con sus The Wallflowers -por cierto, nombre sacado de una canción de Bob Dylan que éste grabó con Doug Sahm and Band, pero nunca en solitario- no llegue jamás a las cotas de su padre, pero ha hecho méritos suficientes para que se le nombre ya por sí mismo. Su primer disco, Wallflowers, constituyó toda una sorpresa y marcó ese estilo que parte del rock clásico americano. Es un dato curioso, ese rock clásico americano podría partir del atrevimiento que tuvo Bob Dylan a comienzos de los sesenta al llevar la guitarra eléctrica al folk, pero, sin embargo, su hijo intenta desmarcarse de ese sonido. En directo, como dejaron patente hace unos años en el Círculo de Bellas Artes (el suelo del Salón de Columnas temblaba), arrasan a base de intensidad y electricidad.

Here comes winter ilustra el mundo luminoso, frágil y conmovedor de Parker and Lilly, el dúo procedente de Nueva York, acaso una de las actuaciones más exquisitas de la semana. Minimalismo instrumental -sólo voz, Parker, y órgano, Lilly- que combina con el silencio y que tira de algún sampleado (inclusión grabada de voces famosas) de Jimmy Scott o Roy Orbison. Debutaron en 2001 con Hello Halo, pero es su reciente disco con el que están consiguiendo que su nombre suene en todo el mundo merced a esa vanguardia que combina electrónica, bossa, ambiente trágico y actitud naïf.

Casi en las antípodas por ser menos contemporizadores con las sutilezas, Opeth traen desde Estocolmo toda la fiereza del metal europeo. Su machaconería no le anda a la zaga de Snapcase, la banda que desde hace una docena de años intenta poner diversión en el sombrío estilo del hardcore. End transmission se llama su último disco, que ahora presentan en Madrid. Más siniestros, Gluecifer también se suman a la música cargada de decibelios.

Pero para vanguardias electrónicas, la de Jeff Miles, el DJ de Detroit que, manejando los platos, se ha convertido en una estrella tan clásica como cualquiera del pop o el rock. Con él, lejos queda ya la polémica que enfrentó durante años al mundo de los instrumentos convencionales con la música que se salía de las máquinas y a resultas de pinchar un disco tras otro. El caso es que acuden a ver cómo Miles cambia de discos tanta gente o más que los que siguen a muchos artistas que tocan instrumentos. De su manera de mezclar sale una música totalmente nueva y sugerente.

- Del son a la timba. Mucho de la renovación última que el son ha vivido en Cuba, y que ha devenido en la llamada timba, se debe a los elementos que a finales de los ochenta y primeros noventa introdujo en la isla NG La Banda. Al frente de aquella mítica formación se encontraba Issac Delgado, un músico total que luego buscó su camino en solitario y que ahora vive a medio camino entre La Habana y Madrid. A Delgado se debe el impulso que la nueva música afrocubana ha tenido en España, así que ésta es una buena ocasión para ver el excitante directo de uno de los responsables del desembarco en la capital de toda una generación que pasa por Habana Abierta, Raúl Paz, Gema y Pável.

- Las estrellas de aquí. Suburbano, formado por Luis Mendo y Bernardo Fuster, acaban de poner de largo sus Delirios del pirata, un precioso disco-libro que recoge costumbres, tradiciones y canciones de los piratas que recorrieron el Caribe en tiempos de la conquista y posterior época colonial española en América. Un trabajo de investigación y diversión protagonizado por Juan Sin Sombra, el personaje que narra las historias que ahora sus creadores van a defender en directo junto a otros amigos.

Para Ea! y El Bicho, los aires del sur andaluz inspiran sus canciones. Es flamenco sin serlo, creación pura y original que les convierte, cada uno por separado, en las apuestas más serias y originales de renovación de la música popular española desde Andalucía. El brasileño David Tabares también maneja aires flamencos, pero en este caso mezclado con los ecos de su país.

Alcohol Jazz, sin embargo, suenan más chic e internacionales con su visión del funky y el soul batido todo por el jazz. Suerte y padrinos se llama su segundo disco, básicamente instrumental, aunque ocasionalmente suenen voces como las de El Lichis (La Cabra Mecánica), y es el que justifica su concierto.

El músico Pedro Iturralde vuelve a mostrar su brillante jazz durante dos noches con su formación clásica de cuarteto.

Aunque puede que la actuación más divertida de esta semana corra a cargo de Los Soberanos y Payo Juan Manuel, en una noche que la sala Siroco ha llamado Spanish Bizarro Chow y que incluye también la presencia de afamados pinchautores españoles.