Francia ha concedido 500 extradiciones desde 1986

La colaboración antiterrorista, tanto de Estados Unidos como de Francia, pasa por la Audiencia Nacional, que es el órgano judicial que tiene encomendada la investigación de actos terroristas y el enjuiciamiento de los integrantes de bandas armadas.

El fiscal jefe de la Audiencia, Eduardo Fungairiño, declaró ayer a este periódico que la colaboración con Estados Unidos es buena y muy fluida, aunque más vinculada a los casos de terrorismo islámico que a la lucha contra ETA, y que con Francia es excelente y absoluta desde 1986.

Sobre la colaboración con Estados Unidos, Fungairiño recordó que las autoridades norteamericanas habían entregado al miembro del comando Araba de ETA Ramón Aldasoro Magunazelaia, que posteriormente fue condenado como autor de cinco asesinatos. Si no ha habido más colaboración sobre esos casos hasta ahora es porque los etarras no han utilizado Estados Unidos como refugio. Respecto al terrorismo islámico, el fiscal jefe de la Audiencia aseguró que hay una colaboración fluida. Ahora están en marcha varias comisiones rogatorias para solicitar información de un sumario sobre presuntos miembros de Al Qaeda. El tráfico de información se realiza a través del FBI, que en Estados Unidos tiene el carácter de policía judicial.

Las relaciones con Francia, según Fungairiño, son excelentes. Existen reuniones institucionales dos o tres veces al año y además hay contactos y relaciones personales entre magistrados, jueces y fiscales de España y Francia, además de la colaboración policial. Las comisiones rogatorias, que en un principio podían tardar dos años, se están resolviendo en 15 días o un mes.

Desde 1984, Francia ha entregado a 59 etarras, aunque las extradiciones concedidas han podido ser unas 500, ya que muchos de ellos, como Francisco Mujika Garmendia, Pakito; José María Arregi Erostarbe, Fitti, o José Luis Urrusolo Sistiaga, Langile, tienen alrededor de 30 procesos cada uno de ellos. Desde hace algo más de un año se está procediendo a la entrega temporal de etarras. Por este procedimiento han sido condenados en España José Javier Arizkuren Ruiz, Kantauri; Irantzu Gallastegi, Amaia; Julián Atxurra Egurola, Pototo, y Juan Luis Agirre Lete, Isuntza.

Las detenciones en Francia funcionan con doble flujo, en el sentido de que las investigaciones realizadas en España sobre datos obtenidos en Francia se ponen en conocimiento de las autoridades francesas por si son de su interés. Además, funcionarios franceses han venido a declarar como testigos en juicios contra etarras, incluso en algún proceso sobre los GAL.