Repsol exige la salida del 'número dos' de Gas Natural por apoyar a La Caixa
El enfrentamiento por la OPA sobre Iberdrola obliga a revisar los pactos entre la petrolera y la caja
Repsol YPF quiere que el consejero delegado de Gas Natural, José Luis López de Silanes, uno de los seis consejeros que designó para dirigir la compañía gasista, abandone su cargo. López de Silanes votó a favor de la OPA hostil sobre Iberdrola junto con los seis consejeros de La Caixa en Gas Natural. A la operación se oponen, además de Repsol YPF, el BBVA y la BBK. Repsol YPF y La Caixa concluyeron el martes que los pactos que mantienen en Gas Natural tendrán que ser revisados. La etapa de enfrentamiento que se abre ahora puede afectar también a la participación del 12,5% de La Caixa en Repsol YPF.
Fuentes del entorno de Gas Natural (controlada por La Caixa de forma directa e indirecta en más de un 31% y por Repsol YPF en un 24%) subrayaron ayer que la posición de López de Silanes será insostenible en cualquier caso, y especialmente si la OPA sobre Iberdrola no prospera. Otras fuentes señalan que el conflicto entre las dos entidades podría afectar también al futuro de Antoni Brufau, presidente de Gas Natural.
En pleno enfrentamiento, y cuando el folleto de la OPA está a punto de ser presentado a los organismos reguladores y al Ministerio de Economía, desde la compañía gasista se destaca que para cambiar la composición del consejo de administración se precisa el acuerdo de dos tercios del consejo, compuesto de 12 miembros, designados al 50% por Repsol YPF y por La Caixa.
Tres votos
Con el cambio de bando protagonizado por López de Silanes, Repsol YPF necesitaría sumar tres votos a los cinco leales para pasar factura a López de Silanes. Un portavoz de Gas Natural subrayó respecto a la polémica en torno al número dos de la compañía que "nadie ha cuestionado a López de Silanes hasta este momento".
Pero el comunicado pactado entre las partes enfrentadas al término del consejo de Repsol YPF en la noche del pasado martes ya apuntaba la idea. Según el citado comunicado, Repsol YPF y La Caixa tienen "la voluntad conjunta de modificar los pactos que mantienen en Gas Natural [desde el año 2002] para adaptarlos a los posibles escenarios futuros".
Es decir, ambas partes, enfriadas lo que antaño fueron buenas relaciones, ven inevitable replantear los negocios conjuntos. La decisión, que fuentes cercanas a la petrolera no ven inmediata, afectaría, por lo tanto, a la participación de Repsol YPF en Gas Natural (24%) y a la participación de La Caixa en Repsol YPF (12,5%). Dada la importancia de ambas participaciones, incluso en una coyuntura del mercado favorable, la "adaptación" tendría que ser cuidadosa. Si la OPA prospera, Repsol sufrirá una dilución insalvable de su participación en Gas y si no prospera la crisis habrá abierto una herida casi "imposible de cerrar", según medios vinculados a Gas Natural. Fuentes financieras cercanas a la operación añaden que La Caixa no podría vender a corto plazo su participación del 12,5% en Repsol, "dado que hay razones financieras para mantenerse, por lo menos, hasta que el valor remonte en parte, pero eso no quiere decir quedarse para siempre".
Mientras las valoraciones sobre el futuro de la operación se suceden, el mercado demuestra en el día a día que la oferta planteada por Gas Natural, 17 euros por cada acción de Iberdrola, pagaderos un 40% en metálico y un 60% en papel, no asegura su éxito. Por ello, fuentes de Iberdrola no descartan que en los próximos días Gas Natural mejore ligeramente la oferta anunciada. En cualquier caso, todavía es pronto. "Hasta el informe de Competencia pasarán por lo menos cuatro meses, un tiempo más que suficiente para que Gas Natural retome su senda ascendente en el mercado y también para explicar con detalle que la operación no lesiona intereses de nadie", según medios profesionales vinculados a la OPA.
Artillería
La eléctrica que preside Íñigo Oriol espera a la presentación oficial de la OPA para sacar el grueso de su artillería argumental en contra. Por el momento sólo ha cuestionado el precio ofrecido por Gas Natural (15.384 millones de euros) y la forma en que se ha planteado la integración, sin negociación previa. Los argumentos de Iberdrola contra la operación se centrarán en los problemas de regulación que plantea la unión de ambas compañías.
Ayer, mientras desde el Ministerio de Economía se descartaba cualquier mediación en la operación, el mercado volvía a castigar a Gas Natural, que bajó en la Bolsa un 1,5% y cerró a 15,5 euros. Desde el pasado viernes, Gas Natural acumula un retroceso cercano al 12%. Por su parte, Iberdrola subió ligeramente, un 0,97%, y cerró a 14,5 euros (14,6 el viernes).
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