Los tres candidatos a la Comunidad apuestan por integrar a los inmigrantes

Esperanza Aguirre (PP), Rafael Simancas (PSOE) y Fausto Fernández (IU) acudieron a la sede del Gobierno regional, que aspiran a presidir si ganan las elecciones del próximo día 25. Lo hicieron con una curiosidad inusual: la de aquellos que creen tener posibilidades de ser los nuevos inquilinos. Incluso se asomaron al balcón principal de la Real Casa de Correos y juntos saludaron a los paseantes de la Puerta del Sol que descubrieron su presencia. Los tres candidatos hablaron de la región que hoy conmemora su fiesta y coincidieron en un propósito electoral: hacer que la Comunidad sea un espacio de integración para el medio millón de inmigrantes que viven en ella.

El primero en llegar a la cita fue Fernández. Lo hizo antes de la hora fijada y después de asegurarse en varias ocasiones por qué puerta se entraba al edificio. Simancas se le unió un poco más tarde, "agotado" tras participar en el que fue su último pleno como portavoz del grupo socialista en el Ayuntamiento de Madrid.

Simancas: "Conforme se acerca la fecha, veo que el triunfo del PSOE está cerca"

Fernández: "La gente de la calle pide un cambio, y eso lo da la izquierda"

Aguirre: "Yo no creo en las encuestas, sólo en la que se hará el 25 de mayo"

El presidente enseña a sus tres posibles sucesores la sala del Consejo de Gobierno

"Cuando llegué aquí no tenía ni una cana, y ahora...", señala Ruiz-Gallardón

La tardanza de Aguirre, que se hizo esperar casi una hora, permitió a los candidatos de la izquierda curiosear por la salas e incluso bromear con su presencia permanente en el edificio si se cumplen las encuestas. "De lunes a viernes trabajo yo", apuntó Fernández a Simancas, "y los fines de semana te quedas tú". La broma no le hizo sonreír a Simancas. Sus planes son otros: le gustaría obtener una mayoría suficiente para gobernar en solitario.

"Cuando he entrado en este edificio, he de reconocer que he pensado en la posibilidad de que después del día 25 sea yo el que gobierne", confesó Simancas. "Siento una mezcla de responsabilidad hacia los madrileños y de ilusión. Veo que el triunfo del PSOE está cada vez más cerca".Rafael Simancas asegura que él no cree en las encuestas. "Ni creía en ellas cuando eran malas, ni ahora que son buenas. Lo que me vale es lo que siento en la calle. Y desde Navidad se nota que la gente quiere un cambio. Lo noto yo, lo nota Trini [Trinidad Jiménez] y lo nota José Luis [Rodríguez Zapatero]. Ayer lo comentábamos cuando estuvimos visitando Carabanchel. La gente que se nos acerca y nos habla, ésa es la mejor encuesta".

El candidato del PSOE piensa que los madrileños se sienten cada vez más identificados con la Comunidad aunque reconoce que este sentimiento no tuvo tantas señas de identidad durante sus 20 años de existencia. "Quizá sea porque ésta siempre ha sido una región abierta y en eso también vamos a trabajar. Pretendemos que la Comunidad de Madrid sea una región integradora, como hasta ahora", dice.

Simancas sabe qué es eso de ser inmigrante, teniendo en cuenta que nació en Kehl (Alemania), adonde sus padres habían ido a trabajar. Regresó a los siete años a España, donde su padre regentó una panadería en Leganés. Simancas cumplirá 37 años el próximo 1 de julio. "He echado cuentas y, según el calendario electoral, ese día es el que podría ser elegido presidente por la Asamblea. ¡Qué buen regalo!".

El candidato del PSOE anunció a sus compañeros, en plena sesión de fotos: "Si soy presidente, esa puerta [la principalabierta para todos los madrileños, y no cerrada como ahora".

Fausto Fernández admite que tiene pocas posibilidades de ser presidente, pero cree que será pieza clave para formar el futuro gobierno. Esa situación le hace estar relajado y sentirse necesario. "A muchos madrileños todavía les cuesta sentirse identificados con la Comunidad. Por eso, nosotros lucharemos por un Madrid solidario e integrador. Intentamos construir más señas de identidad. La gente en la calle pide vientos de cambio y eso lo va a hacer la izquierda", dice. Fernández confiesa que Simancas no le ha hecho todavía un guiño, que no le ha hablado de acuerdos ni de pactos puntuales para gobernar.

Simancas cruzó pocas palabras con Fernández mientras esperaban la llegada de Aguirre a la sede del Gobierno regional. La presencia de Manuel Cobo, consejero de Presidencia que se acercó a saludarles, derivó la conversación hacia el fútbol. Eso sí, antes Cobo bromeó al descubrir a los candidatos en la sede del Ejecutivo: "¿Es que ya es día 26 de mayo y no me enterado?".

Aguirre llegó con su bolsa de maquillaje en la mano y pidiendo disculpas por el retraso. La campaña es dura. "Yo ya había advertido de que tenía un día complicado", se disculpó. Aguirre se movió por la Real Casa de Correos con soltura. "Primero fui concejal, luego ministra de Educación y más tarde presidenta del Senado. Sé que ahora puedo ser la primera mujer presidenta electa de una Comunidad y eso me hace sentir especialmente comprometida con las mujeres. A nosotras nos cuesta todo mucho más". Aguirre cree que uno de los mayores aciertos del PP en Madrid ha sido encontrar ese sentimiento integrador que ha unido a 5,5 millones de personas que han nacido o viven aquí.

Aguirre explica que no tiene tiempo de soñar en el día 25. "Duermo muy bien, pero no tengo tiempo para esas cosas. Lo que hago es trabajar y explicar mi proyecto a los madrileños, que son personas muy informadas y saben qué es lo que quieren", dice. La candidata del PP cuenta que tampoco tiene tiempo para las encuestas ni ahora ni antes que le eran más favorables. "Siempre he dicho lo mismo, cuando me daban la mayoría absoluta y ahora: la mejor encuesta es la del día 25 de mayo... y para eso trabajo. Quiero que, tras acabar mi mandato, Madrid esté entre las 10 primeras regiones de Europa y quiero una mejor sanidad, que los inmigrantes se sientan más integrados, que los ancianos no mueran en soledad, que los discapacitados no tengan barreras ni físicas ni psicológicas...".

La candidata no oculta su coquetería y, al incorporarse a la sesión de fotos con sus dos oponentes, busca su complicidad para salir favorecida. Ha cambiado su imagen del traje de chaqueta de presidenta del Senado por otra más informal, pero no menos cuidada.

Cuando los candidatos estaban todavía en la sede del Gobierno regional llegó su actual inquilino. Alberto Ruiz-Gallardón se acercó a saludarlos. "Ésta es vuestra casa. Si necesitáis algo...". Alguien sugirió la posibilidad de subir al balcón principal del edificio. "Sí, venid conmigo", se ofreció el presidente. "Mira, Rafa, vas a conocer el despacho", le dijo un acompañante a Simancas. "¿No lo conoces?", se sorprendió Ruiz-Gallardón. "Pues mira, éste era el de Joaquín Leguina, que tenía la mesa puesta en una esquina; aquí está la sala del Consejo de Gobierno; y allí el despacho en el que trabajo, en el que nunca ha entrado una cámara". "¿A mí no me lo enseñas?", bromeó Aguirre.

Ruiz-Gallardón también se sorprendió de cómo las canas han poblado ya el cabello de Simancas. "Cuando llegué aquí", contó el presidente, "no tenía ni una sola cana y ahora...". "Pues mira a mí cómo se me ha puesto el pelo sólo con pensar en que puedo ocupar tu puesto", respondió el candidato del PSOE.