El triángulo de la salvación

Alfredo Bryce Echenique dejó la pluma y tomó la palabra para defender los libros como el único reducto de libertad que le queda al hombre contemporáneo. El escritor peruano, autor de Un mundo para Julius y último premio Planeta por su novela El huerto de mi amada, pronunció ayer el pregón de la Feria del Libro de Sevilla. Una tarea a la que, aunque parezca increíble, se enfrentó por primera vez.

"Creía que los pregones eran en verso y estaba aterrado", confiesa sin dejar translucir si habla en serio o en broma el autor de La vida exagerada de Martín Romaña. Bryce Echenique (Lima, 1939), que reside entre Barcelona y Lima, dedicó el primer pregón de su vida a los tres vértices de un triángulo dentro del cual transcurre también su propia existencia. Dos personas ausentes y una tabla de salvación. Editor, escritor y libro. Los primeros son, en palabras del gran narrador peruano, "ese gigantesco editor oriundo de Sevilla que fue José Manuel Lara y a ese tan grande, importante y entrañable escritor y memorialista que todos conocimos como Terenci Moix, aunque a él también le gustaba llamarse Terenci del Nilo". La tabla de salvación es la lectura.

"Leer en el mundo de hoy en que todo se quiere uniformizar tanto y en el que, cada día más, el imperio de la ley parece retroceder trágicamente ante la ley del imperio, en que se pretende que unas 10.000 personas decidan el destino de 6.000 millones de seres deshumanizados, en que el abuso trágico se presenta ante nuestros ojos como espectáculo, como comedia de costumbres, ya casi, sin que sepamos siquiera quién fabrica la información y qué intereses compra o vende... Yo diría que el último acto libre totalmente que nos queda es abrir un libro. Para empezar, por fin estamos solos, y, más aún que solos, libres e independientes, aunque sea unos minutos cada día, es prácticamente el último acto no teleguiado por sabe Dios quién y para qué", sentenció ayer Bryce Echenique en el salón Colón del Ayuntamiento de Sevilla, rodeado de un silencio aprobatorio.

El escritor defendió la novela como el lugar en el que el "juicio moral queda suspendido". "Todo escritor que se respeta sabe que en la sociedad cuyo espíritu pretende recrear son tan importantes la víctima como el verdugo, precisamente porque ambos dejan una profunda huella. No le queda más remedio al escritor, que retratarlos con el mismo sincero interés, con la misma empatía".

La Feria del Libro de Sevilla, que en esta edición de su nueva etapa reúne 54 casetas de librerías, editoriales e instituciones en la plaza de San Francisco, estará abierta hasta el día 25. "Hay una frase que resume muy bien el principio y el fin de lo que son los libros en la vida: Más libros, más libres", afirmó ayer la consejera de Cultura, Carmen Calvo, durante la inauguración de la feria. Mientras que el alcalde de la ciudad, Alfredo Sánchez Monteseirín, aseguro que el "escenario floreciente de la feria es el modelo cultural que debe seguir Sevilla en los próximos años". Entre los actos para hoy destacan la conferencia de Francisco Márquez Villanueva, el profesor de Lenguas Romances de la Universidad de Harvard, titulada La guerra de África en la visión histórica de Galdós y que presentará el periodista José María Ridao; una lectura pública de jóvenes poetas sevillanos y la presentación de la Guía de lectura de los cuentos de la Media Luna, que realizará su autor Antonio Rodríguez Almodóvar en la carpa infantil Anaya.